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Capítulo 8<br />
Informe Europeo sobre el Desarrollo de 2009<br />
en las situaciones de fragilidad, suelen coexistir una debilidad y una fortaleza relativas. Las instituciones estatales de la República<br />
Democrática del Congo, por ejemplo, han quedado debilitadas, pero no han desaparecido completamente. 64 Ante las exigencias<br />
de los donantes, las autoridades públicas (plenamente conscientes de la situación de fragilidad de su país y precisamente por ello<br />
y por su relativa situación de precariedad) han conseguido mantener e incluso reforzar su postura negociadora y desarrollar una<br />
estrategia de prevención y resistencia. Incluso cuando la soberanía parece haber tocado fondo, el Estado residual es capaz de<br />
blindar contra los donantes lo que considera el núcleo de su autonomía. 65<br />
Así pues, la inseguridad relacionada con la fragilidad no es necesariamente perjudicial para todos los agentes locales ni presupone<br />
la debilidad de todos los participantes. Los agentes locales reaccionan e intentan eludir los puntos fuertes de los donantes y explorar<br />
sus debilidades. Por este motivo, es improbable que los enfoques de ingeniería directa resulten eficaces. La UE debe sustituir su<br />
enfoque de ingeniería social lineal por otro más flexible y estratégico.<br />
2. INSEGURIDAD COMO OPORTUNIDAD PARA LAS POLÍTICAS DE DESARROLLO<br />
Los detractores del nexo entre seguridad y <strong>desarrollo</strong> suelen plantear tres reparos. En primer lugar, la aparición de la inseguridad<br />
en un programa político ya abarrotado, en un contexto donde los responsables de la toma de decisiones disponen de energía,<br />
capacidad y recursos limitados, necesariamente distraerá a los donantes y a los países en <strong>desarrollo</strong> y obstaculizará las acciones<br />
dirigidas al objetivo principal, que es reducir la pobreza. En segundo lugar, la seguridad no es más que un problema de superficie,<br />
un síntoma de disfunciones estructurales mucho más profundas. En tercer lugar, un esfuerzo genuino por hacer frente a los retos<br />
de la seguridad probablemente superará la capacidad del donante y el país socio. En cambio, nosotros sugerimos que la conexión<br />
entre seguridad y <strong>desarrollo</strong> puede generar oportunidades de reforma (recuadro 8.9).<br />
Primero, las poblaciones locales suelen expresar una gran preocupación inmediata por la seguridad y la paz. Por ejemplo,<br />
los representantes de la sociedad civil de Kivu (en la República Democrática del Congo) reivindicaban legítimamente que las<br />
elecciones debían esperar a que se hubiera establecido la paz, pero no se les escuchó. 66 Obviar estas preocupaciones urgentes es<br />
contraproducente. Segundo, la aparición de problemas de seguridad es una oportunidad para que los reformadores encuentren<br />
nuevo aliados a fin de facilitar análisis conjuntos y formulaciones estratégicas. Tercero, la inseguridad puede actuar como antorcha y<br />
ayudar a detectar precozmente los males sociales que, si se desatienden, pueden llegar a ser mucho más complicados de manejar. 67<br />
Por último, las iniciativas políticas tímidas o superficiales pueden tener el efecto no deseado de movilizar a quienes pretenden<br />
sacar provecho de la solución propuesta, tanto en los países donantes como en los países socios.<br />
Recuadro 8.9: Desafíos de seguridad y <strong>desarrollo</strong> en situaciones de fragilidad: conclusiones<br />
de las operaciones del PESD<br />
Autor: Dr. Damien Helly, Miembro investigador del Instituto de Estudios de Seguridad (IES) de la Unión Europea<br />
La Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) vio la luz hace diez años en los Balcanes. Desde entonces, la Unión<br />
Europea la ha utilizado como herramienta exclusiva de gestión de crisis civiles o militares en diversas situaciones de<br />
fragilidad. De las 23 operaciones al amparo de la PESD, 8 se han desplegado en África. Algunas de ellas siguen en marcha.<br />
Todas las operaciones de la PESD de África tienen que enfrentarse a algún tipo de fragilidad. Un libro editado recientemente<br />
por los investigadores del Instituto de Estudios de Seguridad (IES) de la Unión Europea proporciona datos exhaustivos y<br />
evaluaciones críticas de la PESD después de un decenio. 68 Algunas de las conclusiones de este trabajo, basado principalmente<br />
en entrevistas de campo, pueden servir de base a los debates sobre seguridad y <strong>desarrollo</strong>, sobre situaciones de fragilidad<br />
y sobre la necesidad de una mayor coherencia entre los instrumentos y las políticas de la UE.<br />
• A lo largo de 10 años, la UE ha aumentado la coordinación de la PESD con las políticas de la Comisión Europea en los<br />
contextos de fragilidad. Desde 1999, las interacciones entre los desafíos de seguridad y <strong>desarrollo</strong> se han convertido en<br />
un leitmotiv común en los discursos políticos. La seguridad básica que se necesita para mitigar la pobreza, crear empleo<br />
y desarrollar el tejido empresarial ha quedado bien documentada en los principales documentos políticos europeos,<br />
que han impulsado la concienciación sobre el tema en la planificación política. Por ejemplo, la sede de Bruselas ha<br />
planificado acciones conjuntas en Chad en 2008 dirigidas al refuerzo mutuo. El Programa de Acompañamiento a la<br />
Estabilización, fundado por la Comisión Europea, pretende complementar la disuasión militar, aunque la coordinación<br />
en la práctica ha resultado complicada y lenta.<br />
64<br />
Englebert, 2003; Trefon, 2004 y 2007.<br />
65<br />
Por ejemplo: en la República Democrática del Congo, dos importantes servicios de seguridad (el servicio de inteligencia militar y civil, y los guardias fronterizos)<br />
han quedado fuera de la reforma del sector de la seguridad (Melmot, 2008; Davis, 2009).<br />
66<br />
Autesserre, 2009, p. 271.<br />
67<br />
Hirschman, 1981, pp. 119, 149.<br />
68<br />
Grevi et al., próxima publicación.<br />
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