desarrollo
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Capítulo 9<br />
Informe Europeo sobre el Desarrollo de 2009<br />
de políticas adecuadas. En los países frágiles, no sucede así. En realidad, el problema del compromiso se plantea incluso<br />
en los países en <strong>desarrollo</strong> con una gobernanza razonablemente adecuada: las revisiones presupuestarias anuales suelen<br />
dar lugar a recortes discrecionales de las políticas de <strong>desarrollo</strong> cuando surgen otras necesidades acuciantes que tienen<br />
preferencia. La crisis financiera reciente ha proporcionado numerosos ejemplos de este problema de compromiso, aunque<br />
se podría evitar delegando las políticas de ayuda y consignando los presupuestos plurianuales a las agencias de ayuda.<br />
No obstante, los problemas de compromiso no se limitan a la discrecionalidad financiera. También aparecen cuando<br />
se erosiona la confianza a causa de los bandazos políticos arbitrarios, o cuando las políticas de ayuda son vulnerables a<br />
la manipulación por parte de grupos poderosos. Así pues, mitigar los problemas de compromiso constituye un motivo<br />
fundamental para recurrir a las agencias de ayuda autónomas, capaces de perseguir objetivos a largo plazo sin sufrir<br />
oscilaciones arbitrarias ni distorsiones locales. Un segundo motivo es la complejidad que puede llegar a suponer la política<br />
de ayuda cuando el apoyo presupuestario (a organizaciones gubernamentales o no gubernamentales) exige una supervisión<br />
estrecha o cuando no constituye un mecanismo de ayuda eficaz y se hace necesario implantar programas de ayuda.<br />
En estos casos, se requiere un grado apropiado de competencias, especialización, conocimientos del entorno local y<br />
profesionalización.<br />
Ni las agencias donantes ni las agencias gubernamentales receptoras son inmunes a los problemas de compromiso. Tampoco<br />
cuentan con la capacidad adecuada. Al depender de sus gobiernos, son incapaces de aislarse de las oscilaciones políticas y<br />
presupuestarias. Las agencias donantes, distantes de los países receptores, carecen de los incentivos, de los conocimientos<br />
locales y de la confianza apropiados para supervisar o aplicar las políticas de ayuda de manera eficaz y coherente. Las<br />
agencias de los gobiernos receptores, demasiado próximas a los receptores, pueden estar bajo la influencia de grupos<br />
locales poderosos para que desvíen la ayuda en lugar de emplearla del modo más eficaz, o pueden no disponer de los<br />
incentivos adecuados para supervisar la asignación de la ayuda, ya sea en forma de ayuda presupuestaria o de programas<br />
de ayuda. Aunque posean conocimientos locales, no tienen capacidad para aprender de otros o de granjearse la reputación<br />
y la confianza que se necesitan para atraer los fondos exteriores.<br />
Además, se debe volver a evaluar la gobernanza de la ayuda desde los principios de París y Accra de “apropiación” y<br />
“alineación”. 26 Los donantes (y los gobiernos de los países en <strong>desarrollo</strong>) deben definir los objetivos generales y<br />
comprometerse con política de <strong>desarrollo</strong> a largo plazo. Este compromiso puede mantenerse mejor delegando la ejecución<br />
de los programas en las agencias de ayuda de servicio y transfiriéndoles los fondos. Inmediatamente surge la duda de si<br />
semejante enfoque abierto y más competitivo exacerbaría el problema de la fragmentación. 27 La multiplicidad de donantes<br />
y receptores puede ser una virtud. El problema de la fragmentación se plantea cuando hay demasiadas agencias, cada una<br />
de ellas con distintas relaciones estancas, con una capacidad demasiado limitada para supervisar o gestionar programas<br />
de ayuda complejos, etc. Como en otros sectores de servicios competitivos, se pueden conseguir economías de escala al<br />
prestar los servicios de ayuda. En este sentido, las agencias que prestan servicios de ayuda profesionales deben hallar su<br />
envergadura y campo de especialización apropiados, para evitar una fragmentación ineficaz. 28<br />
En resumen, existen varios principios de gobernanza y confianza en la política de ayuda que se deben respetar:<br />
• Los donantes y los gobiernos de los países en <strong>desarrollo</strong> deben definir objetivos generales a largo plazo (“entablar un<br />
diálogo abierto e incluyente sobre políticas de <strong>desarrollo</strong>”).<br />
• Los programas de ayuda o los programas de apoyo presupuestario que requieran supervisión deben delegarse en<br />
agencias de ayuda de servicio, que tendrán que aplicar sus conocimientos locales y especializados para definir objetivos<br />
y programas concretos, así como para evaluar y supervisar los programas de ayuda o de apoyo presupuestario.<br />
• Las agencias de servicio deben gozar de independencia respecto a los donantes, los gobiernos de los países en <strong>desarrollo</strong><br />
y los receptores finales.<br />
• Las agencias de ayuda deben ser profesionales y estables, recibir la financiación adecuada y rendir cuentas.<br />
26<br />
La Declaración de París y el Programa de Acción de Accra ponen de relieve la importancia de la “apropiación” (los países en <strong>desarrollo</strong> deben establecer sus<br />
propias estrategias para erradicar la pobreza, mejorar sus instituciones y eliminar la corrupción), y de la “alineación” (los países donantes deben alinearse con<br />
estos objetivos y utilizar los sistemas locales).<br />
27<br />
Según el estudio de W. Easterly y T. Pfutze (2008) de las 31 agencias bilaterales y 17 agencias multilaterales "la probabilidad de que dos dólares diferentes<br />
tomados al azar en el esfuerzo de ayuda internacional procedan del mismo donante y estén destinados al mismo sector del mismo país es de 1 en 2658”.<br />
28<br />
P. Collier ha insistido también en la necesidad de una estructura más competitiva de “agencias de servicios” (o “Autoridades de Servicio Independientes”,<br />
como él las denomina; consulte Bold, Collier y Zeitlin (2009)). Basa su afirmación en la complejidad de asignar y supervisar los fondos de ayuda: “Mi argumento<br />
también se basa en la necesidad de mitigar los problemas de compromiso. Él las considera autoridades de servicio nacionales o locales, yo las considero<br />
principalmente (aunque no exclusivamente) agencias de ayuda de servicio multilaterales que funcionan en varios países”.<br />
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