Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
OTILIO CARVAJAL MARRERO<br />
La cossa nostra voló por encima de mi abuelo y<br />
como si fuera una coreografía Nati, mi hermana, arrancó<br />
el mantel de la mesa y comenzó a abanicar con todas<br />
las fuerzas de sus brazos en dirección a donde se<br />
encontraba el cuerpo de Sidartha, sí Sr. Sai, porque<br />
aquel ya era el cuerpo de Sidartha.<br />
Desde donde yo me encontraba podía ver la escena,<br />
que <strong>más</strong> bien parecía una de esas pinturas que<br />
después vi, aquí en el museo de arte <strong>del</strong> medioevo.<br />
Mi hermano, tan descarado, se lamentaba:<br />
—Mi hermanito, mi hermanito, ¿qué le ha pasado<br />
a mi hermanito?<br />
—Ha explotado —gemía mi padre y mi madre<br />
gritaba y zarandeaba el cuerpo de Sidartha como si<br />
fuera un trapo.<br />
—Apártense para que le llegue el aire —vociferaba<br />
Nati, mi hermana.<br />
Era un cuadro sí, pero un cuadro falso y patético.<br />
Mi abuelo me miró con la mirada pérdida, no<br />
podía creer que su familia se hubiera convertido en<br />
aquella mascarada que tenía <strong>del</strong>ante. Caminó hacia<br />
mí, me rodeó los hombros con sus brazos y cerrando<br />
suavemente la puerta salimos de la habitación.<br />
Ahora que le cuento esto Sr. Sai, ahora que leo y<br />
releo lo que le escribí, todo podría parecer una comedia<br />
si no fuera por su amargura trágica. Tal vez si<br />
no fueran <strong>más</strong> que invenciones de escritor o cuentos<br />
fantasiosos de un muchacho que escribe una composición<br />
para la escuela serviría para reírnos, pero no es<br />
86