You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
OTILIO CARVAJAL MARRERO<br />
hombro y lo viré hacia mí. Lo sé abuelo, siempre lo<br />
supe, pero ya no hay de qué lamentarse, ahora estoy<br />
vivo y fuerte. Dios ha sido bueno con nosotros. Cuando<br />
estaba en aquel sillón aprendí a tener paciencia y<br />
darle solamente importancia a las cosas que fueran de<br />
vida o muerte. No sabía cuán bueno era contar con<br />
los brazos o con las piernas. Caminar, hablar, comer<br />
por uno mismo es genial y doy gracias por poder hacerlo,<br />
pero cuando no lo hacía nunca dejé de sentirme un<br />
ser humano y sabes por qué, porque te amaba. Cuando<br />
uno ama a alguien y sabe que ese alguien lo ama, lo<br />
de<strong>más</strong> puede resistirse. Mi abuelo me atrajo hacia él y<br />
me abrazó con tanta fuerza que creí que me iba a romper<br />
las costillas. Suave, suave, le dije. Me soltó con<br />
una sonrisa maliciosa y regresamos al pueblo con la<br />
certeza de que ja<strong>más</strong> volveríamos a aquel sitio.<br />
Cuando llegamos al apartamento estaba oscureciendo<br />
y mi mamá daba los últimos toques a la cena<br />
de despedida. Mi abuelo se dio un baño rápido y se<br />
vistió absolutamente de blanco. Desde el día de la<br />
permuta espiritual se le veía <strong>más</strong> sosegado, tranquilo,<br />
alegre. No le daba tanta importancia a las extravagancias<br />
con que lo trataban mis hermanos, y las<br />
insinuaciones constantes de mis padres <strong>más</strong> bien le<br />
producían un poco de risa. De que a partir que nos<br />
fuéramos para Miami los iba a empezar a ayudar económicamente<br />
no me cabían dudas, pero llevarse a la<br />
cossa nostra o a Nati, mi hermana, a vivir con nosotros,<br />
fue algo que nunca pasó por su cabeza.<br />
90