LiUSK

Tony Boza
menta la demanda. De esta manera una agencia de planificación económica
puede trabajar en reversa desde una lista de objetivos de productos finales a
una lista de productos brutos que balancearán el plan.
Posiblemente éste sea el aporte más importante de esta obra, porque propone
un mecanismo que permite tener libertad de elección a las personas sobre
los productos que desea consumir y al mismo tiempo se elimina efectivamente
el valor de cambio y la economía tendrá su propio metabolismo en
función del valor de uso verdadero, el cual por supuesto está condicionado
por reglas de sustentabilidad basadas en los principios de escasez y equilibrio
ambiental.
Para entender mejor esta propuesta del “mercado de bienes de consumo”, es
decir, un mercado que sólo existiría en los productos destinados al consumo
final, más no en los sectores productores, leamos la siguiente cita:
Una crítica que comúnmente se le hace a las economías de tipo
Soviético –y no sólo por parte de sus detractores occidentales- es
que ellas no respondían a la demanda de consumo. Es por ello
importante para nuestro argumento general el demostrar que una
economía planificada puede responder a los patrones cambiantes
de las preferencias del consumidor –que los desabastecimientos,
colas y excedentes de artículos no deseados de los que hemos oído
bastante, no son una característica inherente de la planificación
socialista. 116
Más adelante plantean que:
El principio básico de nuestro esquema propuesto puede ser enunciado
de forma bastante simple. Todos los bienes de consumo son
mercadeados con sus valores laborales, i.e. la cantidad total de
trabajo social que se requiere para producirlos, tanto directa como
indirectamente […] Pero aparte de esto, los precios reales (en fichas
laborales) de los bienes de consumo se fijarán, tanto como
sea posible, a niveles claros de mercado. Supóngase que un artículo
particular requiere 10 horas de trabajo para ser producido.
Se le fijará entonces un valor laboral de 10 horas, pero si ocurre
116. Cockshott, Paul y Cottrell. Ob. Cit. p. 138.
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