LiUSK

Tony Boza
No es una simple inversión de jerarquías, de qué va primero y qué va después,
¿ahora es el comunismo para llegar al socialismo? El socialismo es
el horizonte, el cual nos da las orientaciones generales, el comunismo es la
práctica, es la práctica comunal estructurada, orgánica, es decir, que atiende
todos los aspectos de la vida, desde cepillarnos los dientes, saludar al vecino,
pensar al hermano, producir colectivamente, distribuir de acuerdo a quien
más necesite, actuar solidariamente y combatir a muerte al capitalismo.
¿Tiene algún sentido práctico para nosotros asumir la conceptualización de
Ludovico? Claro que sí. Es absolutamente necesario librarnos de abordajes
confusos de la teoría para la transición. Al mismo tiempo conjuramos el
error de considerar que existen etapas prefiguradas en el devenir de la historia
para alcanzar la meta del socialismo. Digámoslo de una vez por todas:
no hay recetas para construir el Socialismo.
Y esto es precisamente lo que Ludovico quiere significar, que nos olvidemos
de divisiones fantasiosas y nos dispongamos a construir la vida en comunidad,
que es el combustible para acceder al Estado Comunal. El socialismo
es “el plan de vuelo”, el comunismo es “el movimiento real”, la vida
de cada día, construida desde los consejos comunales, desde las comunas
en construcción, desde los espacios vitales que nos permiten convivir, hacer
vida común.
Nuestro proyecto socialista no nace de la nada, por generación espontánea,
está estructurado desde una perspectiva de continuidad del gran debate histórico
sobre el tema, en la inmensa cantidad de aportes de las últimas décadas,
con énfasis en las ideas generadas en el seno del proceso bolivariano
y en las propuestas de gobierno, especialmente el Plan de la Patria 2013-
2019, y el compendio de leyes del Poder Popular.
Del Plan de la Patria es preciso decir, que este documento debe ser deslastrado
de su carácter electoral y considerado en toda su carga programática,
como el centro del debate teórico y práctico de la Revolución. No se puede
pretender regresar el debate a los niveles que tenía en los años 80' o 90' (no
estamos desmeritando los aportes teóricos de muchos revolucionarios de
esa época), como si todo el proceso bolivariano no fuese más que simples
amagos al aire, siendo realmente, el ejercicio de búsqueda del camino al
socialismo más coherente en las últimas décadas a todo lo ancho y largo del
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