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¿Cómo construir el ESTADO COMUNAL?
planeta tierra, dentro de un profundo marco democrático, y además, considerado
como el centro de inspiración actual de los socialistas del mundo
entero.
Podemos concluir diciendo, que es innegable la vigencia puesta de relieve
por el Comandante Chávez, de la viabilidad del Socialismo. Además tenemos
poderosas herramientas para experimentar su puesta en práctica: el
Plan de la Patria, las leyes del Poder Popular, las experiencias comunales
que adelanta el pueblo venezolano en todo el territorio nacional, las nuevas
relaciones de integración con los pueblos latinoamericanos, nuestra gloriosa
historia de emancipación, configuran todo un cuadro favorable a la magna
tarea, no exenta de errores e involuciones.
Debemos construir el Estado Comunal, sin olvidar, por supuesto, las grandes
dificultades que implica oponerse al sistema capitalista que actúa como
una realidad totalizante, envolvente y universal, con su lógica y funcionamiento
metabólico (como dice Mészáros) que no se limita a las relaciones
de producción de bienes y servicios, sino que permea todos los espacios
materiales y simbólicos de la realidad del ser humano en sociedad, desde la
educación, la cultura, los gustos y tendencias, hasta la forma como nos relacionamos
con el vecino, en fin, toda la carga ideológica implícita en ello.
3.2 ¿CÓMO SE CONSTRUYE EL ESTADO COMUNAL?
Asumiremos que el Estado Comunal no tiene nada en común con el Estado
Burgués, es decir, el “Estado” como concepto abstracto no existe 100 , por
tanto el Estado burgués, no es el “Estado” per se, sino un tipo de Estado, de
cuantos Estados han existido en la faz de la tierra. El “Estado” debe tener
un apellido, es feudal, es burgués, o es comunal, porque el Estado es un
constructo histórico, está amarrado a situaciones concretas, y es imposible
encontrar una situación concreta, que a su vez, no esté amarrada a un tiempo
100. En sintonía con método histórico-político de la concepción del Estado, tal como lo
aborda Arcadio Delgado: " ... no puede pretenderse despojar al Estado de su significación
política (...) Por ello, nuestra coincidencia con Schmitt en la crítica al nominalismo
estéril kelseniano que, en el afán de crear una ciencia jurídica pura, se desentiende
de la realidad y de todo dato de la experiencia, para resolver, como teoría pura, la
unidad del Estado en un curioso sistema de concepciones y posibilidades lógicas."
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