Nº - Legislatura de Río Negro

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Septiembre 21
Brandi
Y cuando en el país, en esta encuesta, se le preguntó a la población seleccionada
si consumía o si le agregaba siempre o casi siempre sal a sus comidas una vez
servidas en el plato, en la Argentina el 23 por ciento contestó afirmativamente y en
el 2009 casi el 30 por ciento confirmó que lo hacía, es decir, una cifra también en
aumento. En Río Negro la población confirmó, en el 2005, que el 17 por ciento
consumía o agregaba sal a sus platos y en el 2009 esta cifra aumentó casi al 25
por ciento.
Tal vez todos se estén preguntando y bueno, está bárbaro, qué tiene
que ver esto y, señor presidente, lo que nosotros estamos proponiendo es agregar
una acción más, porque esto no es un problema solamente de los ministros de
salud ni de las autoridades sanitarias, este es un problema de los funcionarios
políticos, de los empresarios, de quienes elaboran alimentos artesanalmente y
ojalá fuese tan sencillo cambiar los hábitos a las conductas de las personas,
porque si esto fuese así probablemente poco tendríamos que regular en relación a
los hábitos y a las conductas, y fíjese, señor presidente, que tenemos ejemplos de
haber tenido que regular.
Quién no sabe lo perjudicial del tabaco en las personas y sin embargo
hubo que regular, y la Nación y nuestra Provincia tuvieron que tener su ley para
que se prohíba fumar en ambientes cerrados, públicos y privados y hasta que no
existió esta ley, a pesar que sabíamos que era perjudicial, mucho nos costó
cambiar esta conducta y, señor presidente, se fumaba hasta en los pasillos y salas
de los hospitales.
El cinturón de seguridad, por ejemplo, cómo no podíamos entender,
claro que entendíamos que el cinturón de seguridad evitaba, en caso de
accidentes, mayor mortalidad o peores traumatismos a quienes lo sufrieran y, sin
embargo, tuvimos que regular y tuvo que haber una ley que nos obligara a
colocarnos el cinturón de seguridad, y los resultados están a la vista porque todos
conocemos las estadísticas.
El circular con luces bajas en las rutas, que disminuye también la
cantidad de accidentes, todas normas que, tal vez con campañas de difusión, tal
vez con mucho trabajo a lo largo de los años, tendríamos que haberlas aprendido
y tomado sin necesidad de que se regule, sin embargo así somos los seres
humanos, a veces somos difíciles y nos cuesta cambiar las conductas, entonces el
Estado tiene que regular y un poco ésta es la función de nosotros como
legisladores.