Nº - Legislatura de Río Negro

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En su mensaje de elevación, el Gobernador nos informa la finalidad de
esta iniciativa y la enmarca en un ajuste a las normas electorales nacionales. En
tanto la aparición del nuevo formato del documento nacional de identidad, que es
el D.N.I. tarjeta, producto de la paulatina incorporación de las nuevas tecnologías
a diversos ámbitos de nuestras vidas, nos obliga a ir adecuando a los marcos
normativos a estas nuevas herramientas. Seguramente que este cambio de un
sistema tan antiguo a uno más moderno va a generar alguna resistencia, que no
nos sellen más el D.N.I., por ahí nos hace perder un poco uno de los momentos de
mayor simbología en materia de participación ciudadana. Se sostiene entonces
que las ventajas operativas de implementar el nuevo documento nacional de
identidad, conocido como D.N.I., con las mayores y más sofisticadas medidas de
seguridad, acorde con los máximos estándares del nivel internacional, producto de
un nuevo diseño de tarjeta con la incorporación de nuevos materiales y tecnología
en su emisión, dificultan al máximo cualquier posibilidad de falsificación.
Esta nueva herramienta acreditante de identidad, exige además la
implementación de algún tipo de constancia escrita que certifique por las
autoridades de mesa respectiva, la emisión del voto. De allí la reforma de dos
artículos del Código Electoral Nacional, en línea con lo dispuesto por la ley
nacional número 26.744, sancionada el 16 de mayo de 2012.
Creo, señora presidenta, que debemos acostumbrarnos a estos
cambios, a la irrupción de los avances tecnológicos en la vida institucional y en el
ejercicio de los derechos y deberes ciudadanos; el voto electrónico, por ejemplo,
creo que sigue siendo una materia pendiente, se ha implementado por ahí la
utilización en Río Negro pero aún falta para su utilización excluyente en elecciones
provinciales.
Quiero decirle, señora presidenta, que como miembro informante de mi
bancada que vamos a acompañar esta iniciativa, en tanto unifica reglas y criterios
electorales provinciales y nacionales, evitando por ahí la confusión del elector.