Machaira - Identidades

La foto en Internet es estática: la vida de esos creyentes, no: a la mañana siguientevolvieron a ser los mismos apáticos de antes: los mismos ignorantes de siempre, con elinconveniente de que ahora ya no había quien los manipulara y convalidara y justificaraacerca su ignorancia manifiesta.Finalmente, Freidzon agrega a la oración:“...yo te doy autoridad, abundancia, fe que no tenías. Te daré en abundancia en losnegocios...”¡Ya basta¡. Dios no nos prometió prosperidad material. Dijo que bendeciría el fruto denuestro trabajo y nos insta a hacer tesoros en cielo. NO EN LA TIERRA.Mateo 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,y donde ladrones minan y hurtan;Mateo 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el oríncorrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.Mateo 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.En este punto, me desconecto de Freidzon y de sus aberraciones y me aboco a analizar elcomportamiento errático, de una masa de gente que no tiene otra cosa que un inmensodeseo de experimentar un cúmulo de sensaciones, para SENTIR A DIOS. Esto no es fe.Simple y definitivamente, ¡esto no es fe!.Esto no es más que una deformación, una aberración, una perversión de las enseñanzasBíblicas, contaminadas por satanás y depositada en la mente de cada una de esas pobrespersonas necias, que creen que la presencia de Dios está en las EMOCIONES.Si cree que miento, verifique cuántos de los “bendecidos” para recibir “abundancia”hoy en día ya no requieren de trabajar y esforzarse para conseguir el sustento diario:estoy seguro que del montón de manipulables que creen en esto, acaso uno o dos (porcausas propias de las circunstancias en que se mueven) cambiaron de condición económicapor un aumento ligero de sus ingresos (jugaron a la lotería o heredaron algunos cuantosbilletes). El resto continúa con la falsa ilusión de que un día, sin esfuerzo alguno (locual ya es una vergüenza) se harán ricos de la noche a la mañana.No debemos apartarnos de la línea de conducta expresada en las Sagradas Escrituras. Esimposible "hacer" que algo caiga del cielo sobre nosotros. Solamente podemos pedirlo, yrecibirlo cuando Dios decida enviarlo. No ensucie la sana doctrina con un sustitutobarato de la manifestación del Espíritu Santo, un sustituto elaborado por hombrescorruptos, réprobos en cuanto a la fe.Dios prometió que nos dará lo que es verdadero. No acepte una imitación que noproveerá nada para nuestro caminar en la tierra y nos llenará tan sólo de decepción.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 105 de 505