Machaira - Identidades

La clase inaugural fue rica en sorpresas audiovisuales y gran despliegue de entusiasmo departe de la expositora, la “hermana maestra”, sin embargo, las tres últimas “funciones”,dejaron bastante que desear.En las tres oportunidades, llegó con treinta minutos de retraso, y su exposición del tema fuenotoriamente pobre con relación a la primera clase. Simplemente se limitó a leer el materialdidáctico y demostró una total y completa falta de preparación.En la última clase, antes de que comenzara la charla, tuve la mala ocurrencia de declararlemi deseo de hacerle unas cuantas preguntas con relación al tema, ya que yo había estudiadoel material que ella estaba presentando y me parecía que tenía demasiados erroresteológicos y doctrinales.Amado lector:Espero que usted nunca se encuentre con la “hermana maestra” para decirle que ella tieneerrores.Se levantó “engrifada” cual fierecilla delante de la congregación y con voz pocoagradable me dijo: “¡Mira John!, ...Si tú vas a hacerme preguntas, entonces yo norealizo ninguna exposición, porque tus preguntas podrían confundir a lacongregación. ¡Decídete!. ¿Vas a preguntar (para retirarme) o te vasquedar callado mientras enseño?”En ese momento, me tragué todo lo que deseaba decirle y con una profunda decepciónle conteste: “Prometo guardar silencio durante tu presentación”. - Ignacio García.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 186 de 505