Machaira - Identidades

La madurez es una etapa a la que se llega gradualmente por medio de la práctica de laPalabra de Dios (por el uso), en la vida diaria. La práctica permanente de la Palabra deDios, forma un hábito en donde el cuerpo, el alma y el espíritu se acostumbran a hacer elbien, en obediencia a la voluntad de Dios, guiados por el Espíritu Santo.De esta forma, los creyentes genuinos, maduros, son aquellos que, por su constantepráctica en el ejercicio espiritual, tienen plenamente capacitadas sus facultadesespirituales de discernimiento del bien y del mal.No es sólo la cantidad de lo que aprendemos en las Sagradas Escrituras, la Biblia, (en laintimidad del corazón de Dios), lo que nos perfecciona, sino también la cantidad deconocimiento que ponemos en práctica, guiados por el Espíritu Santo, en obediencia a Dios.• ¿Vivimos en permanente oración, escudriñando las Escrituras, mientras obedecemosy servimos a los deseos del Señor?• ¿Estamos verdaderamente sustentados sobre las bases sólidas de un evangelio sano,para no ser influenciado por falsas doctrinas?• ¿Somos capaces de resistir cuando vienen las aflicciones y las pruebas?• ¿Somos capaces de permanecer firmes en Cristo, en medio de las tormentas de lavida, o abandonamos las congregaciones y nos apartamos de Dios?En este contexto, el crecimiento hacia una madurez espiritual es a través de laOración, de la lectura de la Palabra de Dios, de Testificar a otros las buenas nuevas delevangelio y de la Comunión con los hermanos. Esto es: ¡poner en práctica (por el uso)la Palabra de Dios, con la llenura del Espíritu Santo!.DEBEMOS SER LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, PORQUE DIOS LO QUIERE.DEBEMOS SER LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, PORQUE ESO NOS HACESANTOS, LIBRES DEL SEÑORÍO DE LOS DESEOS DE LA CARNE.DEBEMOS SER LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, PARA SERVIR (POR EL USO)A DIOS EN PLENITUD DE FRUTO.