Machaira - Identidades

Estos falsos adoradores, hacen ver a Dios como un ser egoísta, egocéntrico, la antítesis delverdadero amor, siendo que la Biblia dice que Dios nos anhela celosamente paraentregarnos día a día su amor, representado en Su gracia.Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo esenemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, seconstituye enemigo de Dios.Santiago 4:5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hechomorar en nosotros nos anhela celosamente?Santiago 4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, yda gracia a los humildes.No puedo aceptar la falacia de que Jesús haya padecido y muerto en la cruz, solamentepara ganar a gente que le cante y baile en “cultos fiestas”.Yo creo en un Dios que compartirá conmigo y con mis hermanos en la fe, toda la heredadde su casa, en la vida eterna (esta es Su promesa); y no creo que Él desee invitarme a lasmoradas celestiales para que seamos algo así como meros y simples bufones que le haganfiesta y monerías en el Cielo.Sé, por Su Palabra, que somos importantes para Dios; por eso Él nos rescató poniendo Suvida por delante.Yo soy su amigo, su hijo, su heredero (coheredero con Cristo) y le amo.Adorar a Dios no es estar todo el día diciendo y gritando ¡Gloria a Dios!.Adorar a Dios es reconocer que todo, ...TODO lo que hacemos, es para honrar y exaltarSu nombre.Los Trapitos del UjierUna de las cosas que no deja de sorprenderme, es la facilidad con que las personas inventansupuestas ayudas idóneas a la obra del Señor, en respuesta a todas las aberracionesdoctrinales que los “falsos líderes” y los “falsos pastores” les inculcan.Semejantes a las servilletas, pero de un tamaño bastante mayor, los “trapitos del ujier”,tienen por objetivo cubrir las “partes íntimas” de las mujeres (partes íntimas quequedan al descubierto cuando se caen tumbadas de espalda), en esas sesiones de delirio yéxtasis espiritual. Estos “trapitos del ujier”, fueron confeccionados en respuesta a unanecesidad ocasionada por la aberrante doctrina de las tumbadas.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 243 de 505