Machaira - Identidades

Yo estuve en el grupo que se responsabilizó de ir al límite del extremo sur de mí ciudad.Una caleta, entre acantilados, con un prominente cerro de fondo, llamado “cerro coloso”.Cuando llegamos al lugar, una mujer, que hacía las veces de profetiza o sacerdotisa(supuestamente extra “súper” ungida), con aparentes poderes de lo alto, nos ordenó queesperáramos un momento, mientras ella detectaba “el punto exacto”. ¿???Se apartó junto a una de sus ayudantes y comenzó a moverse (entre rocas y acantilados),tocando, olfateando, midiendo y toda otra suerte de movimientos raros, buscando “el lugarexacto” en medio de supuestas oraciones y palabrería en “lenguas”.Yo me preguntaba ¿el lugar exacto de qué? ...¿el punto exacto de qué?Haciendo las averiguaciones correspondientes, se trataba nada más y nada menos que del“lugar exacto” (la puerta sur) por donde entran y salen las huestes y potestades delmal, en la ciudad de Antofagasta.En otras palabras, era una de las puertas que debíamos ungir para que fuera transformadaen puerta de Cristo. De esta forma, impediríamos el ingreso de las huestes de demonios yespíritus inmundos a la ciudad de Antofagasta.¿Como si las supuestas huestes y potestades del mal no pudieran entrarpor cualquier otra parte a la ciudad de Antofagasta?. ¿???De pronto, y después de un largo período de espera, la mujer a cargo del grupo se acercaevidenciando en su ceño fruncido un marcado signo de desgaste físico en su rostro. Nosreúne a todos formando un círculo y nos indica un lugar, en las rocas junto al camino, almismo tiempo que exclama con voz de mando ...¡Aquí!.Si usted conoce a alguna persona que se la pasa viendo demonios y escuchando a espíritusinmundos en cualquier parte, ¡TENGA MUCHO CUIDADO! Esa persona no tiene aDios en su corazón, no es ningún ser espiritual y lo más probable es que necesite consultar,con toda urgencia, a un médico psiquiatra.Una vez identificado “el lugar exacto”, la mujer nos ordena comenzar a orar y a reprendera las potestades de las tinieblas del aire. Luego, oramos para ungir con la sangre de Cristotodo el sector que representaba la puerta sur de la ciudad (debíamos tocar las rocas, elsuelo, los acantilados para dejar bien cubierto con la sangre de Cristo todo el lugar).La práctica en esencia no está muy lejos de parecerse a algunos asuntos de “limpiezaespiritual” que provienen del vudú haitiano.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 87 de 505