Machaira - Identidades

juicios acerca de la condición “final” de una persona; ejemplo: “Ese ya estácondenado porque no da diezmos”; “Ese está perdido y va ir al infierno, pues noasiste a la iglesia y es un borracho”. No podemos erigirnos en jueces en decisionesque sólo competen a Dios. En segundo término está la acepción de “analizar,examinar, probar, dirimir y discutir algunos casos dentro de la iglesia”. Pablo damanga ancha para que uno escuche a los profetas y luego se “juzgue” (analice,examine) lo que dijo. Asimismo, da concesión a que se “juzguen” (diriman,discutan) casos de hermanos indisciplinados dentro de la iglesia, con tal de no tenerque llegar a las autoridades terrenas...quienes, por cierto, tampoco “juzgan” sinoinician un proceso de pruebas y defensa y consideran al sujeto incriminado en“inocente” en tanto no se pruebe lo contrario. La iglesia evangélica ha cometidoun abuso fenomenal en esto del juzgar, permitiendo que los “ungidos” salganinmunes a cualquier análisis y examen de su conducta: lo que les permite unavida de ética doble deleznable.>> - Ignacio García.Cuando la Palabra de Dios, la Biblia, aduce que “el que está libre de pecado que arroje laprimera piedra (Juan 8:7)” es porque no debemos “destruir” al hermano que está mal, queinterpreta diferente o que decide diferente, sino que debemos ayudarlo como a nosotros nosgustaría que nos ayudaran y guiaran en nuestra vida de equivocaciones y pecados.Nota: La Biblia Textual indica que en el Nuevo Testamento Griego, se omiten Juan 7:53al Juan 8:11 por tener gran evidencia de un origen que no pertenece al Apóstol Juan.Esto no significa que no debamos predicar la palabra, instar a tiempo y fuera de tiempo,redargüir, reprender y exhortar con toda paciencia y doctrina a otros hermanos.Lo que está bien claro es que debemos tener autoridad moral y espiritual para hacerlo.Debemos tener la unción de autoridad que otorga el Señor a los que le aceptan y decidenservirle, teniendo un testimonio de vida en integridad y consagración a Dios y a susmandamientos.Muchos de estos “falsos pastores” y malos líderes enseñan que esto (el juzgar a los demás)no debe hacerse, sino que, por el contrario, debemos TOLERARNOS en nuestroserrores y pecados. Esto retarda y muchas veces impide el crecimiento.La pregunta que debemos hacernos es ¿Qué debemos juzgar?Dice la Palabra de Dios, en Mateo 7:20, que debemos fijarnos en los frutos de las personas,esto es, en todo lo que exteriorizan, en todo lo que se ve.Mateo 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 260 de 505