Machaira - Identidades

Hasta ahora, se ignora (o mejor dicho se hacen los ignorantes) abiertamente toda la falsapostura y doctrina del pastor y la de sus líderes. Se voltea la mirada y se mueven lascabezas entre los demás miembros de la congregación, en respuesta a las acciones (reñidascon la Palabra de Dios) de estos personajes. Se siguen escuchando los portazos cuandono se llega a un acuerdo en el diaconado y se continúa murmurando sus chismes comouna práctica habitual. Seguimos en convivencia con prevaricadores; y continuamoscon diáconos NO ELEGIDOS por el Espíritu Santo, fieles aliados (incondicionales) alpastor de la iglesia y no a la verdad expresada en las Sagradas Escrituras.En este tipo de congregaciones, las personas se abrazan, pero, no se dicen las “verdades”,en aras de la paz y el amor. Se ahogan las “verdades” en la creencia de que eso contribuye ala unidad de la iglesia. Se acostumbra a ignorar los malos testimonios de los otros “paraque se ignoren los míos”. Se acepta el No Juzgar las acciones de los demás “para que nojuzguen las mías”.Se privilegia el ambiente con una atmósfera contaminada, y a veces letal, que provocasopor a las mentes y anula la capacidad de disentir de las falsas doctrinas y de la sanapráctica de hablar con la verdad desnuda.El componente principal de esta atmósfera que aletarga los espíritus se llama CINISMO.Es un mal entendido “trato de fraternidad cristiana”. Visto de esta forma, es algoparecido al código “ético” de los ladrones.Lo único que está faltando es que, al más puro estilo de cinismo, los “falsos pastores” ylos “falsos líderes” me declaren lo siguiente:Esto sería ¡el colmo del cinismo!.John F. Anderson H. μάχαιρα MACHAIRA 354 de 505