Machaira - Identidades

Capítulo 3333.- EL JUZGAR A LOS DEMÁSYo prefiero obedecer a Dios antes que a los hombres. El amarte a ti, mi hermano, noinhabilita tu capacidad para darte cuenta de mis errores, de mis pecados o de todas misinmundicias que hieden; tampoco impide que yo observe las tuyas.Lo que nos separa (alguna vez) no es la palabra de Dios en sí misma, ni sus mandamientos.Son las decisiones que tú y yo tomamos en la vida lo que nos divide. Si entendemos algo dedistinta manera, y decidimos seguir cada uno según su propia interpretación, nos separamosa causa de la decisión de mantener nuestra propia interpretación. Si tú decides desobedecera Dios y yo decido obedecerlo (o viceversa), entonces nos separamos porque hemos tomadodecisiones diferentes que nos llevarán por caminos diferentes y por circunstancias yconsecuencias diferentes.A modo de ejemplo, muchas personas juzgan a Abraham como un mal padre (interpretande distinta manera la decisión de Abraham de obedecer a Dios). En su propiainterpretación, Abraham no fue a matar a su hijo. Fue a devolvérselo a Jehová, en un actoceremonial formal, que le indicaba a Dios la solemnidad de la decisión, en un ejemplode la obediencia de Abraham hacia Dios.Erróneamente (maliciosamente), nos enseñan que no debemos juzgar al hermano y que nodebemos ver la paja en su ojo. Estudiando las Sagradas Escrituras, yo he aprendido que nodebe ser así.¡AVISO! En Mateo 7:1-2, Jesús no está diciendo que no debemos juzgar; eso lo dicenlos “falsos pastores” (enseñando con engaño), para impedir que la gente les juzgue a ellos,a sus malas obras, a sus malos actos, a sus manipulaciones y a sus prevaricaciones.En Mateo 7:1-2, Jesús no está diciendo que no juzguemos. Jesús está enseñando laconveniencia de no hacerlo en una forma incorrecta. Lo que la enseñanza de Cristo quieredecir es que no debemos darle mayor importancia a lo que hace nuestro hermano por sobrelos errores y pecados que cometemos tú y yo.Mateo 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.Mateo 7:2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medidacon que medís, os será medido.