11.07.2015 Views

Derechos humanos: Debates contemporáneos - Instituto Electoral y ...

Derechos humanos: Debates contemporáneos - Instituto Electoral y ...

Derechos humanos: Debates contemporáneos - Instituto Electoral y ...

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

FOLIOSdel año 2000, el Partido Acción Nacional se convirtió en la primera organizaciónpolítica de oposición en acceder democráticamente a la Presidencia dela República, rompiendo con la hegemonía que el pri mantuvo a lo largo de 71años. Y ello porque, en las dos administraciones federales panistas habidashasta ahora, ya ha llegado a cinco el número de jaliscienses que han ocupadocarteras de primera importancia en el gabinete presidencial, aun cuando enla mayoría de los casos lo hayan hecho en períodos bastante breves y en condicionesde una escasa influencia política: Ramón Martín Huerta (nombradosecretario de Seguridad Pública en 2004 y quien falleciera desempeñandoese cargo, el 20 de septiembre de 2005, al desplomarse el helicóptero en queviajaba), Sergio García de Alba y Francisco Mayorga Castañeda (secretariosde Economía y Agricultura, respectivamente, también en la etapa final dela administración de Vicente Fox); Francisco Ramírez Acuña (secretario deGobernación, en el primero año del gobierno de Felipe Calderón), y AlbertoCárdenas Jiménez, el menos efímero de los panistas jaliscienses, pues apartede haber sido secretario de Medio Ambiente, durante los tres últimos añosdel sexenio de Vicente Fox, fue invitado por el sucesor de éste, Felipe Calderón,para que se hiciera cargo de la secretaría de Agricultura.lo anterior, sin embargo, no cambia en esencia una situación que históricamenteha sido poco favorable, cuando no adversa, para Jalisco: su clasepolítica ha tenido –y sigue teniendo– poca influencia en las grandes decisionesdel país, con la excepción de algunas etapas bastante breves en laprimera mitad del siglo xix y, en menor medida, hacia mediados de la décadade los sesenta del siglo pasado. Ante esta limitada suerte política, cabe unapregunta: ¿por qué uno de los estados más fuertes, representativos y emblemáticosdel país ha tenido una relevancia política que pareciera estar muypor debajo de lo que esta entidad ha significado en la conformación de lamexicanidad?no parece haber una sola respuesta para tal interrogante. Dejando estereotiposcomo el de la presunta capacidad limitada de los jaliscienses parahacer equipo y defender causas comunes –nadie habla tanto de este clichécomo los propios tapatíos–, o del recelo que habría suscitado varias veces,entre los grupos políticos del centro, la supuesta arrogancia de los “jalisquillos”y hasta las infundadas sospechas separatistas a la caída del imperiode Agustín de Iturbide (1821-1823), en esa racha más o menos desfavorablepara los intereses de Jalisco tal vez hayan pesado excesivamente algunoshechos históricos como las pérdidas territoriales que el estado sufrió duranteel siglo xix, o como el estigma, culpabilidad o mala conciencia derivadosde la usurpación presidencial perpetrada, a comienzos del segundo deceniodel siglo xx, por un jalisciense que desde entonces ocupa un muy merecidolugar entre los antihéroes nacionales: Victoriano Huerta. En el primer caso,habría que reconocer que incluso personas de tantas luces como Pedro Ogazóne Ignacio Luis Vallarta acabaron haciendo las cosas mal cuando, comogobernadores de Jalisco (con algunos intervalos, el primero lo fue de 1858a 1863, y el segundo, de 1871-1875) no fueron capaces de llegar a un buenentendimiento, a un aceptable arreglo político, con el popular caudillo naya-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!