Una-teoria-sobre-la-vida

Ángel L. Arroyo Montemayor, María Arroyo BlázquezPero siguiendo la línea de este trabajo, intentaremos encontraralguna prueba empírica que nos permita tener una posición objetivasobre el tema.Desde el punto de vista científico, los trabajos del Dr. IanStevenson, basados en el método analítico, parecen refrendar la ideade que determinadas personas, sobre todo niños, cuyas ondas cerebralesbeta no han alcanzado aún la madurez, aportan datos fidedignosque abogan por la veracidad de la reencarnación. Tambiénel psiquiatra americano Brian Weiss, después de casi 30 años de tratamientoscon terapia regresiva, habla abiertamente de sucesos envidas pasadas y se declara convencido de su existencia. Y estos no sonlos únicos profesionales serios y cualificados que pueden constatar larealidad de estos hechos.Por otra parte, podemos plantear la reencarnación desde el punto devista filosófico-ético, y para ello vamos a utilizar un ejemplo hipotéticopero absolutamente real. Imaginemos dos seres humanos que van a naceren familias distintas:– La primera familia es una familia equilibrada, con unos principioséticos y morales muy arraigados y donde prevalece el amor, laentrega y la protección entre todos sus miembros.– La segunda es una familia desestructurada, donde los padres sonborrachos o drogadictos y donde la violencia rige la relación entresus miembros.Si ahora analizamos el devenir de la vida de ambos, podremosfácilmente pronosticar como se desarrollará su existencia. El amory el equilibrio que le aporta la primera familia a ese ser humano,dará lugar con toda probabilidad a una persona equilibrada, amorosay ética, cuya vida estará guiada por unos principios basados en lahonestidad, la comprensión y la solidaridad. En lo que respecta a lasegunda familia, un ser humano sometido a la violencia y sin ningúnprincipio ético seguramente se convierta en una persona violenta,agresiva, sin ninguna moralidad e insolidaria, en definitiva un potencialdelincuente.184