Las áreas de conservación municipal - PDRS

el potencial de generar riqueza y generar desarrollo a partir delas áreas protegidas.La segunda cosa que habría que decir ahí es que las áreasprotegidas deben establecerse tantas como sean necesarias,pero deben ser manejadas. Establecer áreas para nomanejarlas, si bien es bueno en términos de representatividaddel sistema, y es una política que seguimos en el Perú a lolargo de muchos años, tenemos que tener claro que no essuficiente. Y ahí llegamos al tema de los gobiernos.El compromiso de los gobiernos nacional, regional y local, consus áreas protegidas, se mide en el presupuesto. Yo noencuentro ninguna otra manera de medir el compromiso, y elpresupuesto que asigna el Estado peruano a las áreasprotegidas a nivel nacional es ínfimo. Al nivel regionalseguramente va a ser mejor, pero a nivel nacional es realmenteínfimo frente a lo que debería tener. México recibe como 30veces más de presupuesto público que lo que recibimosnosotros.Ahora, establecer áreas protegidas implica cumplir un conjuntode mandatos que la ley establece, no es un tema sencilloestablecer un área protegida, elevamos la bandera yreventamos cuetes. No. Eso significa asumir un compromiso.Tenemos que poner presupuesto, tenemos que poner personal,tener que revisar los estudios de impacto ambiental, es unacarga para la administración; eso también hay que tenerlo encuenta. Y esta carga puede ser inmanejable, si tenemos áreasprotegidas establecidas en exceso y con costos excesivos, esaes una relación injusta para la sociedad. Eso también esimportante decirlo.Entonces, también hay que tener en cuenta desde otro puntode partida que la sociedad y, por consiguiente, la Constitucióny las leyes, demandan tanto la conservación de la diversidad ylas áreas protegidas -como ha sido citado textualmente hoydía- como también el aprovechamiento sostenible de losrecursos para desarrollo nacional.Entonces, corresponde al Estado, corresponde a las empresasy corresponde a la sociedad civil manejar el conflicto, porquees un conflicto o puede ser. Y lo que tenemos que hacer no esesconderlo bajo la alfombra, como tradicionalmente se hace,sino ponerlo claramente sobre la mesa y manejarlo. Y lo queproponemos es definir una situación óptima, es decir, unbalance que asegure la conservación de la diversidad y lasostenibilidad del desarrollo. Eso implica que todos los actorestienen que aceptar cosas.Por ejemplo, si vemos la relación de las áreas protegidas conla industria extractiva, que es una de las fuentes de esteproblema, como ha sido mencionado hoy día. Por el lado delas empresas, muy claramente hay que aceptar que hay lugaresdonde no se ingresa, que son las Áreas Protegidas bajo ciertascaracterísticas; pero por otra parte, las autoridades tienen queliderar una búsqueda activa de compatibilización de actividades,porque —como he dicho hace un rato— no todas las áreasprotegidas son iguales, la zonificación interna de las áreasprotegidas permite lograr compatibilidades, es decir, tenemosque olvidarnos del blanco y negro y entrar al tecnicolor o siprefieren a las escalas de grises; pero las posiciones extremasen un sentido o en otro, la verdad, ayuda muy poco al país. Ycreo que los que estamos acá nuestro mandato no con unaposición determinada, sino es con todo el país.Entonces, ¿qué necesitamos para esta situación óptima?Primero, conservar la muestra biológicamente más adecuada,en base a representatividad, valores de muestra única,fragilidad, colectividad, etcétera.44