Ninguna vida está exenta de altibajos,de penas y alegrías.vida caracterizado por la ilimitada alegría,dondequiera que estuviésemos.La vida de cada persona está dotada intrínsecamentede la posesión mutua de losdiez estados y de los tres mil estados contenidosen cada instante vital. En esencia, esperfecta y completa. No hay nada que sobrey deba quitársele, ni tampoco nada ajenoque le falte y que haya que agregar. Ningunavida está exenta de altibajos, de penas yalegrías. Por mucho que lo intentemos, noencontraremos nunca la forma de evitarlas aflicciones del nacimiento, la vejez, laenfermedad y la muerte.La posesión mutua de los diez estados esel verdadero aspecto de la vida, y cada unode los diez estados mutuamente inclusivoses una manifestación de la Ley Mística. ElGohonzon y la fe en la Ley Mística nos permitendespertar y activar el supremo estadode la Budeidad y establecerlo como firmebase de nuestro ser.El diseño del Gohonzon se basa en el verdaderoaspecto de todos los fenómenos expuestoen el Sutra del loto, que esclarece quelas personas comunes podemos manifestarel ilimitado estado de vida de la Budeidad,cada uno con la forma física y con la identidadque posee. Hasta ese momento, nohabía existido en el budismo ningún objetode devoción semejante. Aunque en pinturasy esculturas había muchas magníficasrepresentaciones de budas y bodhisattvas,no había ningún mandala que corporificarael principio de la posesión mutua delos diez estados que permitía a las personascomunes manifestar la iluminación. NichirenDaishonin fue el primero que revelóel Gohonzon, el objeto que simboliza los«dignos atributos que poseemos en formaintrínseca»; en otras palabras, un objeto dedevoción <strong>para</strong> la iluminación de toda la humanidad».Este Gohonzon fue, realmente, el«gran mandala nunca antes conocido» queilustra el ámbito de un budismo en verdadhumanístico.uuuJamás busque este Gohonzon fuerade usted misma. El Gohonzon existesólo en la carne mortal de nosotros, laspersonas comunes que creemos en elSutra del loto e invocamos Nam-myohorenge-kyo.El cuerpo es el palacio de lanovena conciencia, la realidad invariableque reina sobre todas las funcionesde la vida. Estar dotado de los diez estadossignifica que los diez, sin una solaexcepción, existen en cada estado. Porese motivo se lo denomina mandala.«Mandala» es una palabra sánscritaque se traduce como «perfectamentedotado» o «cúmulo de beneficios». A lavez, este Gohonzon se encuentra sólo enlos dos ideogramas con que se escribe«fe». A esto se refiere el sutra cuandodice que uno sólo puede «obtener el accesoa través de la fe».34 Esperanza – Guía de Estudio – Conceptos Esesenciales 3ª Parte – 2013 ❖ enero–febrero
El Gohonzon existedentro de cada uno denosotrosNichinyo se habrá sentido hondamenteconmovida de saber que el Gohonzon querecibió del Daishonin es el Gohonzon queha sido revelado por primera vez en el ÚltimoDía de la Ley. Pero, a continuación, elDaishonin revela algo mucho más sorprendenteaún: «Jamás busque este Gohonzonfuera de usted misma. El Gohonzon existesólo en la carne mortal de nosotros, las personascomunes que creemos en el Sutra delloto e invocamos Nam-myoho-renge-kyo». 13Nos está diciendo que el Gohonzon no existefuera de nosotros, sino en nuestra vida. Y heaquí un cambio de trascendencia esencial:poner el foco de la fe y la práctica en lo interno,por sobre lo externo.En la época del Daishonin —y en muchoscasos, aún hoy— existía una arraigada nociónde que los seres humanos somos pequeños,insignificantes, y que el valor supremoy eterno existe fuera de nosotros, en unlugar distante. Esa forma de pensar estáindisolublemente ligada a la creencia en unpoder sobrenatural y ultraterreno.Sin embargo, el Budismo de NichirenDaishonin rechaza esta idea por completo.Enseña la verdadera realidad de la vida en lacual la Ley eterna y suprema se manifiestaen la vida física de la gente común que viveaquí y ahora.El término «buda», después de todo, significa«El Iluminado». ¿Con respecto a quése iluminó el buda? A aquello que deberíaconstituir la base de nuestra vida: la Ley yla verdadera esencia de nuestro ser. Tomóconciencia de la Ley universal que impregnatodos los fenómenos, y que había sido oscurecidapor la ignorancia fundamental 14 .Tomó conciencia de la grandeza de cada vidaindividual, inse<strong>para</strong>ble de esa Ley.«El Gohonzon existe sólo en la carne mortalde nosotros, las personas comunes…».El verdadero significado de esta declaraciónes que el Gohonzon inscrito por el Daishoninfunciona como medio <strong>para</strong> activar ysuscitar el Gohonzon interior: la Budeidad.Cuando oramos ante el Gohonzon físico, esemismo Gohonzon existe en nuestro corazón;se manifiesta claramente cuando invocamosNam-myoho-renge-kyo por la felicidad propiay ajena.En otra carta que el Daishonin envió aNichinyo al año siguiente (1278), tituladaReseña sobre «La transferencia» y otros capítulos,escribe de manera similar: «Cuandopienso dónde existe, hoy, el capítulo “LaTorre de los Tesoros” [en que aparece laTorre de los Tesoros y comienza la Ceremoniaen el Aire], lo encuentro en el loto deocho pétalos del corazón 15 que guarda Nichinyoen su pecho». 16 [Con ello, el Daishoninquiere decir que el Gohonzon, que corporificala Torre de los Tesoros simbólica delestado de Budeidad, se encuentra en cadauno de nosotros]. Sin duda, cuando Nichinyoleyó las palabras del Daishonin habrárecordado otras anteriores, en las cuales leaseguraba que el Gohonzon existe solo enla carne mortal de las personas comunes.Aquí, hay dos expresiones equivalentes —la«carne mortal» y «el loto de ocho pétalosdel corazón»—; ambas implican «en lo profundode la propia vida».Otra imagen a la que recurre el Daishonin<strong>para</strong> describir nuestro ser interior es «elpalacio de la novena conciencia, la realidadinvariable que reina sobre todas las funcionesde la vida». 17 La novena conciencia oEsperanza – Guía de Estudio – Conceptos Esesenciales 3ª Parte – 2013 ❖ enero–febrero 35