mación identitarias. Estas manifestaciones difusas de violencia seubican en un horizonte general de condiciones problemáticas quepueden resumirse de la siguiente manera:Por un lado, un empobrecimiento simbólico de las relacionessociales debido a la fractura existente entre identidades particularesy grupos de interés que no logran comprender a fondo la "dependenciamutua" que se establece en la dinámica entre identidady alteridad 6 . El empobrecimiento simbólico significa, en pocas palabras,la pérdida de interrogación por el sentido de la construccióndel "otro" que pueda suscitar una duda reflexiva del sujeto, ycomporta el abultamiento de la construcción de una imagen de lasrelaciones sociales en un simple "ver" a los "otros" o como sujetosde veneración, de identificación y fascinación absoluta, o comoenemigos que hay que aniquilar 7 .Por otra parte, la circulación globalizada de materia primaimaginario-simbólica, generada por las industrias culturales, conun fuerte acento en la espectacularización y pornograficación 8 dela cultura audiovisual contemporánea ha desplazado, o cuanto menosha tensionado, a las formas tradicionales de producción, intercambioy consumo de bienes simbólicos y saberes adscritas a lasinteracciones generacionales, por un lado, y por el otro, a un territorioy a un espacio antropológico de prácticas simbólicas propias(ritos, fiestas y cotidianidad).6 Sobre este tema se puede consultar a Ernesto Laclau. 1996. Emancipación y Diferencia.Buenos Aires: Ariel.7 Ulrich Beck (2000) se pregunta: "¿No podría suceder que un escepticismo reflexivo,vivido y argumentado de acuerdo a nuestra época, superara la arrogante fe del industrialismoen la técnica e instaurara la tolerancia y la curiosidad respecto de la diversidadde los otros? Dubito, ergo sum". Nos parece muy interesante la propuesta aquí esbozadapor Beck. Más adelante, al tratar del discurso de la masculinidad hegemónica podría cobrarsentido plantear esta nueva especie de "ecología de la mente" de la producción de laduda.8 Llamamos "pornograficación" al proceso que conlleva el querer mostrarlo todo, elafán de trasparentarlo todo con el fin de fascinar y evitar que el sujeto "trabaje" con lo queve, en contraposición a la erotización que apunta en cambio a velar y a mantener una miradacuriosa, atenta y creativa frente a las imágenes, ver también <strong>Cerbino</strong>, Chiriboga y Tutivén(2000).16 Mauro <strong>Cerbino</strong>
Estas reflexiones apuntan, entonces, a desvincular la acciónviolenta de algunos grupos juveniles (<strong>pandillas</strong> o naciones) de supuestascausas intrínsecas a su condición juvenil (o simplementeimputadas a "fallas" familiares), y a reconducirla a la relación concondiciones problemáticas generales de la cultura actual. Tenemosque concentrarnos en matizar y comprender el desdibujamiento delos referentes que en otras épocas han generado las condicionespara la cohesión y la posibilidad de tener ciertos sentidos de la vidasocial, que hoy tiende a producir angustia y desasosiego.Lo que es innegable es el carácter particular de la reacción juvenilen el intento de crear nuevas lógicas de acción, tal vez únicasen estos tiempos. Reacción que se sustenta en un fondo de significacióncultural organizada en torno a estéticas ligadas alcuerpo. La ropa, los tatuajes, el pearcing, los bailes, las "figurasacrobáticas", las patinetas y el walkman como elementos incorporados,a manera de prótesis, nos remiten a un uso del cuerpo quepodría estar dibujando un escenario de biopolítica; es decir, de unquehacer político, ya no en términos de formulación de un proyectoideológico tradicional, sino de una politicidad que proviene dela vida cotidiana, del andar por la calle mostrando una estéticacorporal que "devuelve", a veces trasformados y neutralizados, lossignos de la violencia, de la exclusión y del dominio 9 .Otras veces se asiste a una especie de fatalismo frente a la violenciageneralizada. Así se expresa Boris, un ex pandillero:…no tienes otra alternativa; ves en la casa cómo se pelean tus padresy ves violencia; te subes al bus y el chofer te trata mal; todoes un círculo de violencia, estamos rodeados de violencia y el joventambién expresa: tienes adentro todos tus dones y atributos,que los expresas con violencia.Por su parte Reguillo (2000a) advierte que: "La marginalidady la exclusión son condiciones que se aprenden, se vuelven piel, se9 Rossana Reguillo (2000 a) reflexiona sobre la biopolítica desde los consumos culturalesy toma de Foucault la idea de que "a todo poder se oponen otros poderes en sentidocontrario", escribe: "si algo caracteriza los colectivos juveniles insertos en procesosde exclusión y de marginación es su capacidad para transformar el estigma en emblema,es decir, hacer operar con signo contrario las calificaciones negativas que les son imputadas".Sobre la noción de biopolítica ver también Hart y Negri (2001).Pandillas Juveniles 17
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