Talento - Diseño Gráfico Ribeiro

Una luz amarilla para la industria cinematográfica
es el régimen aduanero
local que se aplica a las películas sin
revelar. La película sin revelar es como
el negativo de una cámara de fotos
analógica: constituye el único original
y no hay copia. Sólo que en el caso de las
“latas” de un film, son paquetes a la vez
voluminosos y altamente sensibles, que
contienen todo el material bruto de un
film, desde una actuación memorable
(o no) hasta el esfuerzo de producción
de autos que explotan, etc. Todo ese
verdadero esfuerzo industrial queda
almacenado en diez, a lo sumo veinte
“latas” redondas y chatas, de medio
metro de diámetro, que son enviadas a
la Argentina porque aquí el costo de
revelado es inferior. Y allí aparecen
normas aduaneras –probablemente redactadas
en el Siglo XIX— que ni siquiera
contemplan esta curiosa forma de exportar.
“El régimen aduanero argentino establece que los negativos de
un film tendrían que ingresar mediante un documento de
carga, ir a un depósito fiscal y hacer el trámite correspondiente.
Nosotros hicimos trámites, con intervención del INTI, y
logramos que se flexibilizara un poco. Por lo menos, dejaron
que se lo deje ingresar como equipaje acompañante. Pero en
mueven aún con una estructura que no les
permite abastecer grandes pedidos. Son
exportaciones de pocas prendas. Las excepciones
son pocas”.
De las nuevas marcas, Wanama coloca
Ignacio de Mendiguren
(Cámara de la
Indumentaria): “No
estamos exportando
commodities. Esto
implica una puerta
abierta al mundo para
la Argentina como
productora de moda”.
18 � abril-mayo de 2006
Luz amarilla para las películas
15% de su producción en el exterior. “Creo
que vamos a llegar a 40% a 50% de
exportaciones en los próximos 3 o 4 años”,
apunta Fitá.
Kosiuko, de Federico Bonomí, ya sabía
Alejandro
Heredia
(Cinecolor):
“Entre 35% y
40% de nuestro
trabajo hoy se
hace para el
exterior”.
Estados Unidos, el director entra con el material en la mano, sin
ningún inconveniente”, explica Alejandro Heredia, de Cinecolor.
“No es un tema impositivo, ni de los derechos que se
compran. Aquí, al igual que con los alimentos que tienen un
régimen especial, planteamos la necesidad de que los materiales
puedan ingresar de una manera adecuada para que no se
estropeen”.
lo que era exportar antes de la devaluación,
en 1999. Expandidos a distintos
formatos, como una radio, un bar y una
marca de desodorantes, Kosiuko está ocupando
estos días en preparar un regreso
“fashion” de las tradicionales zapatillas
Flecha. Intentó un desembarco con locales
propios en Miami, en la época en que
una espléndida Britney Spears lucía la
marca en uno de sus video clips. Pero hoy
Kosiuko sólo exporta a terceros países.
“Somos fuertes en toda Latinoamérica,
hemos vendido a las grandes tiendas americanas
a marcas como B.B., Fiorucci y
Victoria’s Secret. También operamos en el
Benelux , España , algunos países de Europa
de Este y Asia”, detalla Bonomí.
- ¿Cómo fue la primera operación, en la época
del 1 a 1?
- Fue con países limítrofes, una especie
de entrenamiento. Con los otros
países, bueno, viajamos y mostramos
nuestro producto. Pero no te daría mi
fórmula.
- ¿Pudieron aprovechar la devaluación?
- La devaluación no pudo ser aprovechada