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precios que antes y con un grado de innovación<br />
tecnológica allí donde reside su<br />
principal ventaja comparativa, que es en el<br />
campo, como no habíamos visto en mucho<br />
tiempo. La Argentina puede ser un<br />
innovador tecnológico en aquello que sabe<br />
producir. Está, yo diría, a las puertas de<br />
conseguirlo. Y en este sentido, a mí siempre<br />
me gustó la comparación con Australia.<br />
Este país exporta mucho más que la<br />
Argentina, pero su patrón de ventas externas<br />
no es muy distinto al nuestro. Austra-<br />
- ¿Cuál es sintéticamente la respuesta a la pregunta tan<br />
desafiante que da título a su último libro? ¿Por qué la<br />
Argentina no fue Australia?<br />
- Desde siempre se comparó a la Argentina con Australia. En<br />
1881, por ejemplo, (Julio Argentino) Roca envió una misión<br />
a ese país que produjo un informe de cinco tomos. En aquel<br />
momento, la pregunta estaba imbuida de un gran optimismo.<br />
Porque la Argentina estaba en un camino de progreso material,<br />
para usar una palabra de la época, y se veía a sí misma como un<br />
competidor de Australia que la iba a superar. La idea básica era,<br />
por ejemplo, producir más alfalfa para alimentar a nuestro<br />
ganado que va a ser el mejor del mundo. Con sus más y con sus<br />
menos, eso duró seguramente hasta 1914 y lo más probable<br />
hasta 1930, cuando la Argentina tenía una dinámica que la<br />
acercaba a los países más desarrollados del mundo. ¿Por qué<br />
cambió esa dinámica? Hay una secuencia. En primer lugar,<br />
cuando se quiebra el comercio mundial, la Australia del<br />
Commonwealth es una preferida de Inglaterra y, a pesar del<br />
Pacto Roca-Runciman, la Argentina no pudo remontar totalmente<br />
esa situación. Segundo, antes de que comenzara la<br />
Segunda Guerra Mundial, Japón pasa a ser un país que<br />
adquiere una dinámica propia muy fuerte, que se interrumpe<br />
22 � abril-mayo de 2006<br />
«Si el Gobierno tiene<br />
una visión estratégica de<br />
esta nueva oportunidad,<br />
no la ha planteado<br />
en estos términos.<br />
Hay que descubrirla<br />
más por defecto que<br />
por otra cosa»<br />
lia es un país de clima templado del hemisferio<br />
sur, de recursos naturales y escasa<br />
población, todo esto muy parecido a la<br />
Argentina, que exporta recursos naturales<br />
algunos más elaborados que los nuestros,<br />
y encontró el mercado mundial del Asia-<br />
Pacífico bastante antes que nosotros. ¿Por<br />
qué? Porque sus materias primas no eran<br />
sólo alimentos sino también mineras que<br />
supo transformar en productos industriales<br />
que le vendió primero a Japón, después<br />
al sudeste asiático y finalmente a China y<br />
la India. La Argentina está siguiendo esos<br />
pasos con un rezago de algo así como 25<br />
años (ver recuadro).<br />
- En la Argentina hay quienes ven tres<br />
años de crecimiento al 9% anual y no<br />
ven los problemas institucionales o de<br />
reglas de juego y quienes reparan en<br />
estos problemas y no ven el crecimiento.<br />
¿Usted dónde se ubica?<br />
- Yo lo veo del siguiente modo. Efectivamente,<br />
hay una oportunidad y casi no hay<br />
manera de que la Argentina no la aproveche,<br />
porque la iluminación del camino es<br />
muy fuerte. Pero la economía tiene una<br />
«maldición», que consiste en exportar el<br />
alimento de las clases populares. Lo acabamos<br />
de ver con el conflicto que desembocó<br />
en la prohibición de las exportaciones<br />
de carne: en el momento en que el<br />
mundo da la oportunidad de obtener un<br />
Semejanzas y diferencias con Australia<br />
al aliarse con el Eje. Y en la posguerra –y este es un componente<br />
de fortuna- Australia está en el lugar correcto en el momento<br />
correcto. O sea, encuentra mucho más temprano que nosotros<br />
la dinámica de las economías asiáticas, proveyéndoles aquellas<br />
materias primas que no producían por sí mismas. Por otro<br />
lado, se convirtió en el principal país de cultura occidental<br />
aliado de los Estados Unidos, allí donde la Guerra Fría tenía<br />
uno de sus puntos neurálgicos. Frente a la amenaza de la China<br />
de Mao, la Australia del Partido Laborista se alineó con los<br />
EE.UU., a veces a regañadientes, y eso le dio una suerte de<br />
seguro contra las crisis financieras. Claramente, Washington<br />
actuó como un prestamista de última instancia de los australianos.<br />
- ¿No hubo también una estrategia económica?<br />
- Es muy fácil definir una estrategia económica cuando la<br />
autopista que hay que transitar está tan bien iluminada. En<br />
cambio, en la Argentina de alta volatilidad de los ’80, hablar de<br />
estrategia era un lujo. Por otra parte, tengo mis reservas al<br />
hablar de estrategia, porque me parece que implica cierto<br />
optimismo sobre la naturaleza del hombre para manejar las<br />
cosas, que me cuesta creer. Sí, en cambio, prefiero hablar de<br />
visión.