Talento - Diseño Gráfico Ribeiro

38 � abril-mayo de 2006
soluciones más estandarizadas, donde el límite
entre el cliente individual y la empresa se hace
más difuso. La última orientación es hacia
sistemas de una empresa cliente que directamente
“dialoguen” con otros, para agilizar las
transacciones y evitar la cadena de errores hu-
manos. La preocupación
por la seguridad, en este
caso, a diferencia de las
personas físicas, es además
del tema del robo de información,
la de alguna red
en el sistema para evitar
convalidar errores de las
personas que imputan los
datos. Hoy, el 50% de todas
las transacciones que realizan las empresas
ya se hacen por la red, cifra que seguirá creciendo
con rapidez en los meses venideros.
La banca estatal tampoco quedó ajena a esta
tendencia. Por ejemplo, desde 2002 hasta 2005,
el Banco de la Nación Argentina
(www.bna.com.ar) vio aumentar las operacio-
nes con banca electrónica en 223%, al pasar de
524.000 a 1.692.000 mensuales en agosto del
2005, último dato disponible. Las operaciones
de mayor frecuencia de utilización son, además
de las consultas de cuentas, las de compra de
pulsos celulares prepagados e informes comer-
ciales; resúmenes tarjetas
Carlos Ucha
de crédito y gestión de
pagos de servicios priva-
(Banco Río):
dos, públicos e impuestos.
En síntesis: una innovación
tecnológica que está
lejos de aislarse en el submundo
de los sistemas y
los programas. Que afecta
los usos cotidianos que le damos a nuestros
proveedores de servicios y que, a la par que
jaquea estructuras de negocio cómodamente
instaladas, plantea nuevas alternativas para recrear
la relación más antigua del intercambio
comercial: proveedor-cliente.
Tristán Rodríguez Loredo
«El 100% de las empresas
grandes ya lo utiliza,
así como 75% de las
PyMEs y el agro».