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mo de crecimiento?<br />
- Si tomamos los datos de fin de 2005, la<br />
Argentina está invirtiendo más que en los<br />
últimos 25 ó 30 años. Sin embargo, algunos<br />
economistas amigos sostienen que la<br />
inversión es insuficiente. Me parece que<br />
hacen un juicio mientras el camino se está<br />
haciendo al andar. Con un nivel de inversión<br />
equivalente a 22% del PBI, o sea 11<br />
puntos más que el de hace cuatro años, lo<br />
primero que tenemos que reconocer es<br />
que hay algunos actores empresariales que<br />
están tomando decisiones de inversión;<br />
sólo que como no son los tradicionales, ni<br />
siquiera sabemos cómo identificarlos. En<br />
cuanto a la calidad de la inversión, creo<br />
que hay que estudiar muy bien la inversión<br />
en construcción, ya que tiene un componente<br />
nuevo que es la inversión para el<br />
turismo, que tiene peso en la generación<br />
de divisas. Lo que sí está faltando en este<br />
patrón productivo nuevo, es un plan de<br />
infraestructura física y energética para hacer<br />
inversión (privada o pública, pero bajo<br />
regulación estatal), que acompañe a la<br />
oportunidad de crecimiento. Por ahora<br />
veo más bien brumas en este terreno,<br />
aunque están surgiendo algunos indicios.<br />
De ahí que debamos evitar juicios de valor<br />
estables en una situación dinámica.<br />
- Al margen de la discusión ideológica,<br />
¿cuál debería ser el rol del Estado en<br />
este nuevo patrón productivo y qué<br />
calidad de Estado existe para desempeñarlo?<br />
- Comenzaría por una cuestión metodológica:<br />
el Estado es el que tenemos; no<br />
podemos partir desde otro punto. De<br />
nuevo aquí entra la perspectiva de largo<br />
plazo: si nos conformamos con el Estado<br />
que tenemos, estamos en problemas. Sin<br />
embargo, muchas veces en la propia dinámica<br />
de crecimiento se puede obtener un<br />
Estado de mayor calidad. Es el viejo dilema<br />
si viene primero el crecimiento o las<br />
instituciones. A veces la oportunidad que<br />
da el mundo permite que el talento de los<br />
políticos construya una institucionalidad<br />
mejor. Por ahora no está a la vista. Pero<br />
eso no quita que el acierto de algunas<br />
políticas públicas, como la reestructuración<br />
de la deuda que en su momento<br />
generó mucho escepticismo, otorgue a la<br />
Argentina una situación de solvencia que<br />
le permite encarar el futuro en mejores<br />
condiciones. En cuanto al rol del Estado,<br />
creo que debe ser transmitir una visión<br />
compartida del futuro. Adicionalmente,<br />
las grandes tareas pendientes son diseñar<br />
«Lo que sí está faltando en<br />
este patrón productivo nuevo,<br />
es un plan de infraestructura<br />
física y energética para hacer<br />
inversión, (privada o pública<br />
pero bajo regulación estatal),<br />
que acompañe a la<br />
oportunidad de<br />
crecimiento».<br />
un plan de infraestructura energética y<br />
comprender la segmentación social, atendiendo<br />
con políticas públicas a los que han<br />
quedado a la intemperie.<br />
- ¿Qué experiencias internacionales pueden<br />
capitalizarse para bajar más la pobreza<br />
y mejorar la distribución del ingreso?<br />
- En términos de reducir la pobreza, creo<br />
que ideas tipo Lilita Carrió deberían ser<br />
exploradas y ver si pueden ser aplicadas a<br />
menor costo fiscal, aunque sea sacrificando<br />
universalismo. Aquí entran políticas<br />
públicas y el propio derrame del crecimiento,<br />
que no es una cuestión menor. De<br />
ahí que la pobreza haya bajado del 53 a<br />
37%, en una dinámica descendente desde<br />
2002. Sin embargo, va a quedar una sociedad<br />
segmentada que va a obligar a políticas<br />
diferenciadas. Un ejemplo: si en los<br />
años ’60 aumentaba el salario de los trabajadores<br />
de Smata (Sindicato de Mecánicos),<br />
esa onda se extendía a todo el mercado<br />
laboral y al que ocupaba el lugar más<br />
bajo de la escala le iba a tocar algún<br />
beneficio. Hoy ya no tenemos ese mercado<br />
laboral integrado y esa sociedad homogénea<br />
que, si se quiere, fue herencia del<br />
peronismo. Va a ser necesario aplicar políticas<br />
públicas, que acompañen el aumento<br />
del empleo y de los salarios reales,<br />
porque la Argentina tiene por delante una<br />
situación de apreciación cambiaria inevitable.<br />
En cuanto a cómo reducir la desigualdad,<br />
quiero ser honesto: no sé cómo<br />
se resuelve ese problema. Me gustaría que<br />
sigamos preocupados y buscando soluciones,<br />
dentro de un fenómeno mundial de<br />
empeoramiento distributivo. El crecimiento<br />
podría correr riesgos si no es inclusivo.<br />
- ¿Una tasa de inflación superior al<br />
10% anual no agrava el problema de la<br />
desigualdad social, además de tornar<br />
más inestable el esquema económico?<br />
- Si se lo coloca en una perspectiva histórica,<br />
tenemos un tipo de cambio real alto<br />
y bastante estable, que hace 20 años atrás<br />
no hubiéramos podido creer que generara<br />
una réplica inflacionaria moderada, del<br />
orden de 12/14% anual. Yo no creo que el<br />
Gobierno lo ignore. Es más, en 2006 la<br />
madre de todas las batallas es que la negociación<br />
salarial no se vaya de curso. Para<br />
abril-mayo de 2006 � 25