Excodra XXXVI: La tecnología
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Nuestras seis horas diarias no solamente nos ayudan a sentirnos<br />
íntimos y personales con cosas como los Juegos Panamericanos o la<br />
Operación Escudo del desierto, sino que, a la inversa, también nos<br />
enseñan a relacionarnos con personas vivas y reales de la misma forma<br />
en que nos relacionamos con lo distante y exótico, como si estuvieran<br />
separados de nosotros por la física y el cristal, solamente,<br />
existentes únicamente como espectáculos que esperan que los miremos<br />
desde lejos. 7<br />
Es tristemente célebre la imagen de la película documental Llueve<br />
sobre Santiago (Helvio Soto, 1975) donde un periodista no deja de enfocar<br />
al soldado que le mata, como pensando –quizá– que la cámara<br />
pueda defenderle, lo que por desgracia no sucede. En realidad, es un<br />
acto de coraje periodístico como han existido pocos en la historia. Es<br />
uno de los documentos más terribles de la contemporaneidad, porque a<br />
quienes lo vemos nos sitúa cada vez, como diría <strong>La</strong>can, en el momento<br />
de ser el siguiente ante la muerte.<br />
Aunque nos refiramos a un simulacro que oculta algunas zonas de lo<br />
real que no deberían estar en la penumbra, el simulacro no es tan terrible.<br />
En cierto modo, resulta más bien risible, absurdo. Los jugadores de<br />
la Superbowl y los atletas olímpicos graban con las cámaras de sus teléfonos<br />
las ceremonias de inauguración de sus eventos deportivos. En las<br />
ferias eróticas, como las de Barcelona o <strong>La</strong>s Vegas, los asistentes graban<br />
lo que ven, en vez de experimentarlo por una vez sin membrana interpuesta,<br />
quizá porque no imaginan que las estrellas porno puedan tener<br />
una existencia real fuera de la pantalla. Ni siquiera piensan que puedan<br />
tener un cuerpo tridimensional, con olor y tacto. Gracias a las cámaras<br />
GoPro, no hay récord de saltos, puénting, paracaidismo o deporte extremo<br />
en que el protagonista no porte consigo una cámara subjetiva; en<br />
sus obsesivos registros visuales nos llega cierto pálpito de que la documentación<br />
tiene más relevancia para ellos que la experiencia (jugarse la<br />
vida para grabarse haciéndolo, como los chicos rusos que se pasean sin<br />
7 David F. Wallace, “E unibus pluram”, en Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer;<br />
Mondadori, Barcelona, 2001, p. 82.<br />
<strong>Excodra</strong> <strong>XXXVI</strong> 16 <strong>La</strong> <strong>tecnología</strong>