Excodra XXXVI: La tecnología
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<strong>La</strong>vadora de alta gama<br />
Mariona Rodríguez<br />
Yo tenía una lavadora o un amado, no recuerdo bien, que no sabía<br />
llorar. Era ese artificio que ocupa su sitio, siempre firme y rígido por<br />
todos sus lados. Me despistaba de tanta cuadratura su puerta redonda y<br />
acomodada en su centro, en realidad era una trampilla a su esqueleto,<br />
a su osamenta más dura. Todos olvidaban que era cuadrada, incluso yo<br />
no calculaba bien sus filos, negaba sus puntas, sus esquinazos y toda su<br />
pesadez a fin de cuentas. Me timaba su portezuela. Y es que cualquier<br />
abertura por muy agrietada, cualquier resquicio por muy vacío,<br />
cualquier rendija por muy hoyo, cualquier brecha aunque sea en la<br />
cabeza, puede parecernos una salida si buscamos con ojos liquidados.<br />
Se meten en la mente de tu mirada esas lágrimas arrinconadas,<br />
empañan cada nervio para hacer llegar a tus sesos y juicios, visiones<br />
que son una farsa validada. Si tienes una lavadora que no sabe llorar,<br />
te desesperarás y tanto tormento traerá grandes tormentas. Tras los<br />
cristales de tu propio llanto verás cruzar un goteo de intuiciones y entre<br />
ellas, resbalando lentamente aparecerá el fantasma de tu presencia, con<br />
eldedo querrás seguir tu voluntad que ya no deja rastro de compromiso<br />
a nada y mientras todo esto ocurre, en tu cráneo resuena el vulgar<br />
testamento de tu embobecida memoria que pasó a ser el sustituto de<br />
cualquier elevada e inalcanzable promesa. A eso se le llama<br />
conformismo cuando eres niño o cuando vas a morir, pero entre tanto<br />
puede que te quedes ahí.<br />
O pudiera ser aún peor y convertirte en una llaga errante, tramando<br />
por siempre una extrema moral, de tanta amargura por no haberte salido<br />
bien aquello que haber hecho bien jurarías mil vidas alargadas. Revisas<br />
y todo indica que seleccionaste la ropa por colores, matices y fundamentales<br />
motivos de tu vida. Cuidaste mucho no malmeter nunca un<br />
calcetín rojo y fiero con los bordados de tiernos recuerdos. Escogiste el<br />
programa de proyectos más delicado para asegurarte de no lastimar las<br />
<strong>La</strong> <strong>tecnología</strong> 35 <strong>Excodra</strong> <strong>XXXVI</strong>