Abuso_sexual_infantil_digital uruguay
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<strong>Abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>. Cuestiones relevantes para su tratamiento en la justicia<br />
entorno social en el que se mueven y pueden pertenecer a las escalas socioeconómicas<br />
más altas de la comunidad en que viven. Esto, nuevamente,<br />
debe recordarnos que una lista de factores de riesgo debe ser tomada a título<br />
meramente ilustrativo e informativo, pero no determina por sí misma la<br />
posibilidad de que el asi haya ocurrido o no.<br />
Desde el punto de vista social y comunitario también se ha trabajado<br />
para identificar algunos factores de riesgo para el asi (Save the Children,<br />
2001; Center for Disease Control and Prevention, 2014):<br />
– Alta tolerancia a la violencia <strong>sexual</strong> en la comunidad en que se habita.<br />
– Políticas y leyes débiles relacionadas con la igualdad de género.<br />
– Altos niveles de tolerancia al delito en general.<br />
– Normas y comportamientos sociales que apoyan la violencia <strong>sexual</strong>,<br />
la superioridad masculina y su derecho al ejercicio irrestricto de su<br />
<strong>sexual</strong>idad, y la sumisión <strong>sexual</strong> femenina.<br />
– Aplicación de penas mínimas a los agresores <strong>sexual</strong>es.<br />
– Fracaso en los programas de sensibilización social relacionados con<br />
el tema.<br />
– Involucramiento de las fuerzas de orden y control en actividades delictivas,<br />
o pasividad excesiva ante estas, que favorece la circulación<br />
de niños, niñas y adolescentes por circuitos locales de explotación<br />
<strong>sexual</strong> con fines comerciales.<br />
Existen argumentos que desde lo social y lo comunitario también constituyen<br />
un factor de riesgo para la perpetración de tales conductas, como,<br />
por ejemplo, la idea de que en el campo (o en lugares rurales, o en el interior<br />
y lejos de los cascos urbanos más densamente habitados) es común que los<br />
padres inicien a sus hijas en las relaciones <strong>sexual</strong>es. Es fundamental tener<br />
en cuenta que lo habitual no necesariamente es sano: en una ciudad puede<br />
ser común que los automovilistas no respeten la luz roja del semáforo, pero<br />
esta práctica, más allá de ser habitual, no solo es riesgosa para todos aquellos<br />
que circulan, sino que además no es legal. Cuando los miembros de la comunidad<br />
sostienen estas creencias, fallan a la hora de actuar como posibles<br />
agentes de protección de los niños y niñas, ya que no encuentran razones<br />
para denunciar hechos de esta índole de los que tomen conocimiento. Sin<br />
embargo, el problema es más grave si estos argumentos son sostenidos en<br />
las instituciones de dicha comunidad —desde escuelas y puestos sanitarios