REVISTA PESCA DICIEMBRE 2018
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas. Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, la Revista Pesca pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector pesquero y mantenerse informado sobre su temática.
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas.
Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, la Revista Pesca pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector pesquero y mantenerse informado sobre su temática.
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merluza equivalente a un 10% (0,10); sin embargo, en Rawson<br />
en 2017, según las estadísticas, se desembarcaron 74.905<br />
toneladas de Langostino y solo 9,1 toneladas de merluza<br />
(0,01%), ¿dónde están las 7.481 toneladas de merluza faltante?<br />
¿Descartadas al mar?<br />
En medio de este descontrol se destaca seriamente el descarte<br />
al mar de especies capturadas, que los cálculos más conservadores<br />
refieren a 100 mil toneladas/año, y otros expertos, al<br />
doble. Informes técnicos oficiales del INIDEP indican que solo<br />
de merluza se descartan por año entre 52 mil y 108 mil toneladas.<br />
Es decir, entre el 19% y 38% del total de la merluza desembarcada.<br />
Por su parte, la auditoría del Bco. Interamericano<br />
de Desarrollo indica que hay un 20% de descarte y de subdeclaraciones<br />
en las capturas. Y solo un ejemplo en miles: la<br />
falta de control en la captura y descarga en octubre/18 de 450<br />
toneladas de Merluza Negra valuadas en unos 14 M de U$S del<br />
buque “Centurión del Atlántico” de la filial de Ocean Harvest<br />
en la Argentina.<br />
Y solo para que podamos apreciar la gravedad: las referidas<br />
100 mil toneladas/año descartadas nos permitirían contar con<br />
un millón de raciones de alimentos por día de la mejor calidad,<br />
con destino a poblaciones vulnerables y la generación de miles<br />
de puestos de trabajo.<br />
La contaminación ambiental<br />
Cada uno de los buques congeladores puede producir mecánicamente<br />
unas mil toneladas de filetes de pescados congelados.<br />
Una tripulación promedio de 40 trabajadores en su planta<br />
procesadora realiza al año unas 6 mareas. Para elaborar esas<br />
mil toneladas, el buque debió capturar unas 2.700 toneladas<br />
de pescado; es decir que, al año, habrá tirado al mar unas<br />
10.200 toneladas de residuos. Si llevamos estos números solo<br />
a los 35 buques congeladores arrastreros, sin contar poteros,<br />
etc. se habrán tirado por año un total de unas 357.000 toneladas<br />
de residuos de pescados al mar. Si nos retrotraemos a<br />
veinticuatro años atrás, cuando se firmó la ley 24.315, se habrán<br />
tiraron al mar más de 8,6 millones de toneladas de residuos,<br />
además de los millones de especies capturadas descartadas.<br />
Imaginemos entonces, la contaminación marina y analicemos<br />
las pérdidas que ello significa para la Argentina. Según la FAO,<br />
con una tonelada de residuos de pescado se obtiene 225 kg de<br />
harina y 50 kg de aceite. El procesamiento a bordo y el descarte<br />
al mar de las 10.200 toneladas de residuos citados nos<br />
impide usarlos para elaborar 2.295 kg/año de harina y 510 kg/<br />
año de aceite de pescado; por lo cual, a un valor de exportación<br />
de U$S 1.080 la tonelada de harina, significa una pérdida<br />
de U$S 2.479, más el valor de U$S 1.500 la tonelada de aceite,<br />
provoca una pérdida de U$S 765; es decir, la Argentina<br />
pierde al procesar a bordo y descartar los residuos de los 35<br />
buques congeladores-procesadores arrastreros un total anual<br />
de unos U$S 113.540, a lo que deberían sumarse las pérdidas<br />
y la contaminación derivadas de los descartes al mar las especies<br />
mal llamadas “no comerciales”.<br />
Agreguemos, que se requieren unas 4,9 toneladas de residuos<br />
de pescado para obtener la harina y el aceite necesario para<br />
producir una tonelada de salmón. Es decir que, si la Argentina<br />
quiere incursionar en la acuicultura o maricultura, aquí o en<br />
otro territorio, a la usanza de la política de China o España,<br />
debería asegurar una utilización plena de los residuos. Cualquiera<br />
sea el caso, no se pueden tirar toneladas de proteínas,<br />
mientras hay cientos de miles de niños pobres desnutridos.<br />
El consumo interno y mercados concentradores<br />
La Argentina está entre los 10 países de menor consumo de<br />
pescado. Con 4,5 kg per cápita/año solo supera a Paraguay,<br />
Guatemala, Bolivia, Honduras, Nicaragua y otros pocos países<br />
y está por debajo del consumo promedio mundial de 18,4 Kg/<br />
año y del promedio de África (9,1 Kg), Asia (20,7 Kg), Estados<br />
Unidos (24,1 Kg), Unión Europea (22 Kg) y América Central y<br />
el Caribe (9,9 Kg).<br />
Habría que tener en cuenta, entonces, que si todas las exportaciones<br />
de congelados, frescos, conservas, salados, a excepción<br />
del langostino, se destinasen al mercado interno, los argentinos,<br />
alcanzarían un consumo per cápita de 11,5 kg/año,<br />
es decir, aún por debajo del promedio mundial. No obstante,<br />
la empresa incrementaría sus ingresos y generaría mayor valor<br />
agregado y empleo.<br />
La instalación de mercados concentradores reduciría el oligopolio<br />
de la actividad y la transparencia de las operaciones;<br />
facilitando el acceso de las materias primas a los compradores<br />
nacionales y pequeños y medianos exportadores. Para aumentar<br />
el consumo interno, el gobierno debería -además de garantizar<br />
la calidad- implementar campañas de educación alimentaria,<br />
donde se destaquen las virtudes nutricionales y sanitarias<br />
del consumo de pescado. Un modelo, a seguir, es el alemán,<br />
que importando el 89% de lo que consume y teniendo un consumo<br />
per cápita de 15,2 Kg/año (tres veces superior al argentino)<br />
da cursos gratuitos a los consumidores sobre gastronomía<br />
pesquera.<br />
El tipo y antigüedad de la flota pesquera<br />
En la Pesca, el buque es un elemento fundamental. Su antigüedad,<br />
seguridad y capacidad tecnológica son sustanciales<br />
para minimizar los riesgos de los embarcados, lograr una captura<br />
eficiente y realizar un menor esfuerzo con mejores resultados,<br />
para reducir los costos operativos.<br />
También el tipo de buque define la política pesquera. El viejo<br />
pleito de congeladores versus fresqueros continúa empatado,<br />
bajo pretexto de que los congeladores proveen productos de<br />
mayor calidad; argumento, que se cae al descongelarse ade-<br />
Revista Pesca diciembre <strong>2018</strong> 65