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Sobre la teoria de la relatividad - Albert Einstein

El presente librito pretende dar una idea lo más exacta posible de la teoría de la relatividad, pensando en aquellos que, sin dominar el aparato matemático de la física teórica, tienen interés en la teoría desde el punto de vista científico o filosófico general. La lectura exige una formación de bachillerato aproximadamente y -pese a la brevedad del librito- no poca paciencia y voluntad por parte del lector.

El presente librito pretende dar una idea lo más exacta posible de la teoría de la
relatividad, pensando en aquellos que, sin dominar el aparato matemático de la
física teórica, tienen interés en la teoría desde el punto de vista científico o filosófico
general. La lectura exige una formación de bachillerato aproximadamente y -pese a
la brevedad del librito- no poca paciencia y voluntad por parte del lector.

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<strong>Sobre</strong> <strong>la</strong> Teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> Re<strong>la</strong>tividad… www.librosmaravillosos.com <strong>Albert</strong> <strong>Einstein</strong><br />

Según <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>tividad general, <strong>la</strong>s propieda<strong>de</strong>s geométricas <strong>de</strong>l espacio<br />

no son in<strong>de</strong>pendientes, sino que vienen condicionadas por <strong>la</strong> materia. Por eso no es<br />

posible inferir nada sobre <strong>la</strong> estructura geométrica <strong>de</strong>l mundo a menos que <strong>la</strong><br />

reflexión se fun<strong>de</strong> en el conocimiento <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia. Sabemos, por <strong>la</strong><br />

experiencia, que con una elección conveniente <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> coor<strong>de</strong>nadas <strong>la</strong>s<br />

velocida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s son pequeñas frente a <strong>la</strong> velocidad <strong>de</strong> propagación <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

luz. Así pues, si suponemos que <strong>la</strong> materia está en reposo, podremos conocer <strong>la</strong><br />

estructura <strong>de</strong>l universo en una primera y tosquísima aproximación.<br />

Por anteriores consi<strong>de</strong>raciones sabemos ya que el comportamiento <strong>de</strong> reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong><br />

medir y relojes viene influido por los campos <strong>de</strong> gravitación, es <strong>de</strong>cir, por <strong>la</strong><br />

distribución <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia. De aquí se sigue ya que <strong>la</strong> vali<strong>de</strong>z exacta <strong>de</strong> <strong>la</strong> geometría<br />

euclidiana en nuestro mundo es algo que no entra ni siquiera en consi<strong>de</strong>ración. Pero<br />

en sí es concebible que nuestro mundo difiera poco <strong>de</strong> un mundo euclidiano, i<strong>de</strong>a<br />

que viene abonada por el hecho <strong>de</strong> que, según los cálculos, incluso masas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

magnitud <strong>de</strong> nuestro Sol influyen mínimamente en <strong>la</strong> métrica <strong>de</strong>l espacio<br />

circundante. Cabría imaginar que nuestro mundo se comporta en el aspecto<br />

geométrico como una superficie que está irregu<strong>la</strong>rmente curvada pero que en<br />

ningún punto se aparta significativamente <strong>de</strong> un p<strong>la</strong>no, lo mismo que ocurre, por<br />

ejemplo, con <strong>la</strong> superficie <strong>de</strong> un <strong>la</strong>go rizado por débiles o<strong>la</strong>s. A un mundo <strong>de</strong> esta<br />

especie podríamos l<strong>la</strong>marlo con propiedad cuasi-euclidiano, y sería espacialmente<br />

infinito. Los cálculos indican, sin embargo, que en un mundo cuasi-euclidiano <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>nsidad media <strong>de</strong> materia tendría que ser nu<strong>la</strong>. Por consiguiente, un mundo<br />

semejante no podría estar pob<strong>la</strong>do <strong>de</strong> materia por doquier; ofrecería el cuadro<br />

insatisfactorio que dibujamos en epígrafe 30.<br />

Si <strong>la</strong> <strong>de</strong>nsidad media <strong>de</strong> materia en el mundo no es nu<strong>la</strong> (aunque se acerque mucho<br />

a cero), entonces el mundo no es cuasi-euclidiano. Los cálculos <strong>de</strong>muestran más<br />

bien que, con una distribución uniforme <strong>de</strong> materia, <strong>de</strong>bería ser necesariamente<br />

esférico (o elíptico). Dado que <strong>la</strong> materia está distribuida <strong>de</strong> manera localmente no<br />

uniforme, el mundo real diferirá localmente <strong>de</strong>l comportamiento esférico, es <strong>de</strong>cir,<br />

será cuasi-esférico. Pero necesariamente tendrá que ser finito. La teoría proporciona<br />

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Preparado por Patricio Barros

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