27.11.2019 Views

REVISTA PESCA DICIEMBRE 2019

Revista informativa sobre temas del mar y la pesca

Revista informativa sobre temas del mar y la pesca

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lógica estadounidense mostraban que la productividad

oceánica, evaluada en función de la clorofila concentrada

en la superficie marina, podía ser superior a la productividad

de los ecosistemas terrestres. Esto hizo suponer

que el fitoplancton era el gran oxigenador del planeta.

La hipótesis fue confirmada en 2015 por el proyecto internacional

Tara Oceans, cuyos resultados concluyeron

que el fitoplancton genera al menos la mitad del oxígeno

que respiramos (unos 270 000 millones de toneladas

al año) y transfiere unas 10 gigatoneladas de carbono

de la atmósfera a las profundidades del océano

cada año.

Esto resulta esencial para mantener la vida sobre la Tierra

y mitigar los efectos del cambio climático.

Fitoplancton en los océanos

El fitoplancton posee clorofila, el pigmento que hace posible

la fotosíntesis. Además de esto, sirve como alimento

al zooplancton, que a su vez alimenta a otros animales

marinos. Miles de millones de plantas microscópicas

que habitan el seno de los océanos realizan su ciclo de

renovación y muerte en apenas unos días.

Ese infinito universo que nace y muere continuamente,

el fitoplancton, es la bomba que produce la mayor parte

del O2 que respiramos. Pero, además de absorber la luz

y de liberar O2, la clorofila permite a estas minúsculas

plantas retirar el CO2 disuelto para fijarlo, en forma de

carbohidratos, a sus estructuras biológicas.

Ahí reside el papel crucial del fitoplancton en el ciclo del

carbono y, como consecuencia, en su colosal capacidad

para purificar el aire. Gracias a la fotosíntesis, el fitoplancton

consume CO₂ a una escala equivalente a los

ecosistemas terrestres.

Se calcula que cada año incorpora entre 45 y 50 millones

de toneladas de carbono inorgánico. Las plantas terrestres

incorporan unos 52 millones de toneladas de carbono

al año, pero este regresa a la atmósfera a corto o

medio plazo. Cuando el fitoplancton muere, parte del

carbono captado cae a las profundidades del océano.

Todos los organismos vivos de la zona fótica se hunden

cuando mueren, por lo que existe una constante lluvia

de materia orgánica hacia aguas más profundas. Los nutrientes

son devueltos a las capas superiores del agua,

sobre todo en lugares donde hay fuertes corrientes ascendentes

debido a la topografía del fondo y a los patrones

de las corrientes oceánicas.

Un fabricante de oxígeno muy lento

El 85% de la materia orgánica creada cada año por el

fitoplancton se recicla entre los organismos que viven en

las aguas iluminadas, mientras que 15% restante se

pierde en las profundidades del océano.

Allí, donde los microorganismos han eliminado el oxígeno

del agua, los restos de materia orgánica permanecen

enterrados en condiciones anaeróbicas. Esta materia vegetal

sepultada en el fondo del océano es la fuente del

petróleo y el gas.

Solo una pequeña fracción, alrededor de la milésima parte

de la fotosíntesis a nivel mundial, escapa a los procesos

descritos y se agrega al oxígeno atmosférico.

Pero desde la aparición de las cianobacterias, los primeros

organismos fotosintéticos, hace entre 3 500 y 3 800

millones de años, el oxígeno residual dejado por el pequeño

desequilibrio entre crecimiento y descomposición

se ha acumulado para formar el depósito de oxígeno respirable

del que depende toda la vida y cuyo volumen representa

un 21% del total de la atmósfera.

Por eso, aunque la fotosíntesis sea, en última instancia,

responsable del oxígeno respirable, solo una pequeña

fracción del crecimiento vegetal se añade cada año al

almacenamiento de oxígeno atmosférico. Incluso si toda

la materia orgánica terrestre se quemara a la vez, se

consumiría menos del 1% del oxígeno disponible en el

mundo.

¿Cómo es posible que la masa de fitoplancton no se agote

si la biomasa de organismos que lo depredan es bastante

superior?

El balance se compensa con una elevada tasa de renovación.

La alta tasa de reproducción del fitoplancton hace

que sus poblaciones se renueven más rápidamente de lo

que son consumidas.

Un tiburón ballena que se alimenta de millones de estas

pequeñas células fotosintéticas solo es capaz de parir

una cría al año. En cambio, una diatomea es capaz de

generar cada día un millón de descendientes. De esta

forma, las cuentas del equilibrio de la vida sí cuadran.

Fuente

https://www.ambientum.com/ambientum/medio-natural/

los-oceanos-producen-el-oxigeno-que-respiramos.asp

Revista Pesca diciembre 2019 12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!