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TUZ-PACHECO. M.F. Y TÉLLEZ-BRINDIS, F.A.
sano y con ello surge el ecoturismo, “es un tipo de actividad
turística basado en la naturaleza en el que la motivación
esencial del visitante es observar, aprender, descubrir,
experimentar y apreciar la diversidad biológica y cultural
(…)” (OMT, 2003). Se trata de tomar conciencia no solo para
los prestadores de servicios turísticos, si no, de igual manera,
educar al turista por medio de actividades que no deterioren
al ecosistema y disminuir el impacto negativo. Por lo tanto,
según Vanegas (2006), “para que el ecoturismo contribuya al
desarrollo sostenible de las regiones, y pueda ofrecer
alternativas al sector del turismo debe desarrollarse de
acuerdo a los lineamientos o principios que lo sustentan”. Un
principio fundamental, como menciona Rebollo (2012),
“para que un proyecto ecoturístico funcione de manera
efectiva, es de vital importancia que la comunidad rural local
forme parte en el proyecto desde su fase de planeación, hasta
la fase operativa” (p.20). Por otro lado, Vanegas (2006),
menciona que, “si estas actividades no son planeadas o
gestionadas de acuerdo a las características de los
ecosistemas y la cultura de las regiones visitadas se pueden
causar impactos ambientales negativos que lleguen a destruir
los propios recursos” (p. 1). De aquí la importancia de crear
un Modelo de buenas prácticas ambientales, Camacho y
Rocha (2000), indican que son un “conjunto de pautas y
recomendaciones que contribuyen a una mejor calidad de
vida en el entorno; aplicadas, principalmente, a través de
medidas preventivas que eviten riesgos ambientales” (p.64),
mismas que beneficien y contribuyan a un mejor desarrollo
social, ambiental y económico y que aporten conocimiento
hacia el verdadero significado de esta modalidad de turismo.
Una frase célebre del director de la Comisión Nacional para
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), el
Dr. José Sarukhán Kermez, fue la siguiente, “enfrentamos,
como sociedad, la necesidad de generar una nueva ética de
relación con el entorno biológico y físico en un planeta al que
nos hemos incorporado apenas ayer”. De aquí, la gran
importancia de tomar conciencia y comenzar a aportar de
manera significativa beneficios para la naturaleza.
Esta fue una de las razones para la creación de este proyecto,
desde luego, evitar seguir dañando el ambiente y buscar
soluciones tanto para el planeta como para el ser humano. En
este sentido, el ecoturismo ha sido una ayuda y un respiro
para la tierra. Por lo cual, Brandon (1996), menciona una de
las ventajas del ecoturismo y es que, “toma en cuenta los
aspectos ecológicos y culturales de las actividades
turísticas”. Con esto queda más clara la idea de la
importancia de esta modalidad para dar cambios positivos al
planeta tierra.
Sin embargo, el éxito de una empresa ecoturística, según el
Centro de Investigaciones y Estudios Turísticos Argentina
(2010), “depende de su eficacia para conciliar la satisfacción
del visitante y la conservación de las áreas visitadas”.
En esta investigación, se busca aportar precisamente, la
información adecuada, para que las empresas de esta índole
sean responsables y apliquen las buenas prácticas, de manera
que puedan ser funcionalmente amigables con el entorno. Por
otro lado, que sea posible que otras organizaciones puedan
tomarlo de ejemplo y con ello contribuir a un mejor
desarrollo para la comunidad, país o región.
De manera más clara y directa, los beneficios para un
organismo ecoturístico según, la Guía de buenas prácticas de
turismo sostenible para comunidades de Latinoamérica, s.f.
Son las siguientes: proteger y mejorar el ambiente, ahorrar en
el consumo de recursos e insumos, establecer buenas
relaciones sociales, ambientales y empresariales dentro de la
comunidad y con otras comunidades, poner en valor y
rescatar los rasgos culturales de una comunidad, lograr que
la empresa sea más competitiva debido a su calidad de
servicio y responsabilidad, mejorar la imagen de la empresa
y obtener reconocimiento público en el mercado local,
nacional e internacional, entre otros.
Por consiguiente, es también la oportunidad acceder a
certificados internacionales como la International
Standarization for Organization (ISO) 14 000 para la gestión
ambiental, la ISO 9 000 para el aseguramiento de calidad. En
el ámbito nacional; la Secretaria del Turismo (SECTUR)
como máximo organismo de esta actividad en el país, otorga
el distintivo Sustentabilidad o “S”, que según la misma
secretaria (2015), “es un reconocimiento a las buenas
prácticas sustentables, en el desarrollo de proyectos turísticos
y el compromiso de las empresas turísticas que operan en
México bajo los criterios globales de sustentabilidad”.
Asimismo, existe la Norma Mexicana de Ecoturismo (2013)
la cual es una norma voluntaria promovida por la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)
para incentivar la implementación de buenas prácticas
ambientales en empresas de ecoturismo”.
Por otro lado, en los ámbitos sociales y educacionales, se
consideran los siguientes beneficios como, lo menciona la
“Guía de buenas prácticas de turismo sostenible para
comunidades de Latinoamérica”, es: propiciar la toma de
conciencia, mejoran los conocimientos, motivación de
cambio de actitudes, fomentar la participación, entre otros.
MATERIALES Y MÉTODOS
Antes de comenzar con las debidas investigaciones se
seleccionaron los temas relacionados al Modelo de Buenas
Prácticas Ambientales para Empresas Ecoturísticas que
fueron; contaminación, turismo, empresas alternativas,
ecoturismo y buenas prácticas ambientales.
Maranto y González, (2015) dicen, “Las fuentes de
información son un instrumento para el conocimiento, la
búsqueda y el acceso de la información”. En este caso se
utilizaron fuentes indirectas como la secundaria que son,
“contenidos procesados de una fuente primaria y producto
del análisis o interpretación de una fuente de información
primaria” (Maranto y González, 2015); de igual manera, se
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