ViveLight edición 97 / Neisi Dajomes

cocina
saludable
LIGHT en LA COCINA
Costumbres
alimenticias
No solo lo que comemos es parte de
una vida saludable, también cuenta
el “cómo comemos”. Sentarse cómodamente
es primero, tu cuerpo necesita
reposo para que puedas asimilar
correctamente lo que ingieres. No se
recomienda comer frente al computador
o televisor, hay que concentrarse
y relajar nuestra mente. Si debes comer
fuera de casa reemplaza las papas
fritas por una ensalada y a la hora
de beber, elije preferiblemente agua.
Come mucha fruta especialmente
cuando tengas ansiedad de algo dulce
o un postre, para refrigerios son ideales,
al igual que las verduras como el
apio y las zanahorias. Darte el tiempo
para beber un té o infusión será perfecto
para añadir paz a tus comidas y
para ayudar con tu digestión.
Menos calorías más
nutrición
Cuando vayas de compras intenta
hacerlo cuando no tengas hambre,
de esta manera no seleccionaremos
comida de manera impulsiva con más
calorías o azúcares. Debemos buscar
productos frescos y sin aditivos, sin
preservantes ni colorantes. Otra manera
de bajar el consumo de calorías
es eliminar la grasa que se forma en
los guisos o secar los fritos sobre un
papel absorbente. Si en el almuerzo la
comida ha sido pesada o con una sobre
carga de grasas o carbohidratos,
procura cenar algo muy ligero o incluso
solo beber té o alguna aromática.
Evitemos cenas grandes con recargas
de arroz, papa o fideos. Una proteína
y ensalada serán la selección más conveniente
para cortar calorías y disfrutar
de los beneficios alimenticios.
Avena para grandes
y chicos
A la hora de preparar un desayuno
nutritivo y delicioso, la avena está al
principio de la lista, un alimento que
satisface y que apoya la digestión
a cualquier edad. Se requieren sólo
unos minutos para cocinar hojuelas
de avena, las cuales de manera natural
son ricas en fibra y vitaminas B.
Prueba preparándola con leche descremada
o leche de soya en lugar de
agua para así aumentar el calcio y las
proteínas. Después endúlzala ligeramente
e incorpora fruta en cubitos
como bananas o manzana. También
se la puede preparar sin cocinar, remojándola
por la noche y añadiendo
yogurt, fruta y miel al día siguiente.
¡Una verdadera delicia!
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