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DEL TUMBAO AL TRAPIAO NEGOCIACIONES ...

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ca como champeta, cumbia, porro o currulao, acompañados por la tradicional música de chirimía 57 que<br />

genera euforia entre los danzantes y mezclando ritmos bailables más universalizados como la salsa, el<br />

reggaetón, etc.<br />

En estos espacios se permite un despliegue de la sensualidad, la libertad y los demás elementos<br />

del tumbao, a través, fundamentalmente, de la música, por lo que deja de ser un lugar correctivo para<br />

permitirse como lugar del encuentro identitario y de la creación de redes sociales:<br />

En situaciones contemporáneas (…) la identificación étnica sigue siendo un asunto eminentemente<br />

contextual y político en el tiempo y en el espacio. A través de prácticas culturales y<br />

rituales –la música, la canción, el Carnaval- , la “identidad negra” se negocia, se reinterpreta y<br />

se recupera en manos de personas y colectivos que se asumen o no, como afrodescendientes.<br />

Estas “negociaciones” no son meramente especulativas sino que involucran a individuos<br />

físicos, a espacios concretos, a recursos materiales (Mosquera et al, 2002:41-42).<br />

Las prácticas de conformación de redes sociales58 es también parte del tumbao en la ciudad. Estas<br />

también se generan principalmente aunque no en exclusividad, en los lugares de encuentro. Las redes<br />

permiten abrirse puertas en la sociedad paisa, de muy distintas maneras. Por ejemplo, para el caso de<br />

las mujeres, estas redes difunden y socializan información vital para la ubicación laboral en el S.D. o<br />

en otros ámbitos del mercado de servicios; el entrenamiento en las lógicas dominantes de las familias<br />

“paisas” para las empleadas, por otras con mayor experticia; el intercambio de estrategias de negociación<br />

contractual; la difusión de elementos de normatividad frente al trabajo doméstico.<br />

Frente a este aspecto, se releen también los imaginarios sobre la gente blanca y se establecen,<br />

previamente al encuentro, el tipo de interactuaciones posibles de acuerdo a este imaginario. Aquí juega<br />

el compartir del mundo de experiencias vividas por otras mujeres que ya han estado en este trabajo,<br />

sus buenas y malas vivencias, el éxito o fracaso de sus negociaciones, las adecuaciones generales que<br />

ellas consideran necesarias para obtener o permanecer en el trabajo, y, también, la narración de las<br />

violencias sobre las que se permiten aconsejar límites de “aguante”. Es por tanto, también, un lugar del<br />

desahogo que, por medio de la palabra y del cuerpo, moviliza las grandes frustraciones y les permite<br />

sostenerse, estratégicamente, en el encuentro intercultural.<br />

Las propias mujeres narran cuál es su experiencia en estos espacios del tumbao:<br />

Uno se cuadra, o sea encuentra trabajo más que todo es por medio de amistades y de familiares,<br />

en las fiestas o en la calle “¡ah mira!, estoy sin trabajo” y ellas empiezan a averigüarle a<br />

la patrona, que al otro, que al otro, y entonces ahí lo llaman a uno, que si uno tiene experiencia<br />

o que si no tiene, que lo van a ensayar a uno, normal, así… (D.M., 34 años).<br />

La otra vida mía es llegar al centro, si tengo plata, si me gustó algo me lo compro, soy aficionada<br />

a la música, de allá me vengo para mi casa, si hay rumba por algún lado espero que<br />

sean las doce de la noche para salir de la casa…y termino de amanecida, vuelvo como a mis<br />

57 Por aclimatación idiomática se llama chirimía en el Cauca, Chocó y Antioquia a un conjunto musical formado por dos bombos de<br />

diferentes tamaños, tambora, dos flautas de carrizo, a veces triángulo en lo que se refiere a Cauca y Antioquia; en el Chocó consta de<br />

un clarinete, una tambora o bombo, un redoblante o requinto y dos platillos. En: Sistema Nacional de Información Cultural Ministerio<br />

de Cultura, República de Colombia, Ritmos musicales colombianos, http://www.sinic.gov.co/SINIC/ColombiaCultural/ColCulturalBusca.aspx?AREID=3&SECID=8&IdDep=27&COLTEM=222<br />

(Último acceso el 4 de abril de 2010).<br />

58 Nos referimos a las redes sociales informales, no a las de movilización social. Estas redes son fundamentalmente de parientes y<br />

amistades chocoanas, en especial de mujeres. Estas redes se habilitan para múltiples usos, por ejemplo para encontrar empleo, hospedaje<br />

temporal, préstamo de dinero o ropa, dar consejos y apoyo en el cuidado de los hijos. Según Wade, estas redes se extienden<br />

a una red que vincula a las empleadas negras con las mujeres de clase media alta quienes también circulan información entre sus<br />

amigas, parientes, colegas y vecinas, y, de otro lado, hacia el Chocó “puesto que muchas mujeres llevan a sus hijos al Chocó para que<br />

sus familias se ocupen de ellos” (Wade, 1997:236-237).<br />

raíces porque bailo mi musiquita (Y.C., 30 años).<br />

A mí lo que más me gusta es irme pa´ la rumba, por acá abajo hay una tabernita de morenos,<br />

nosotros casi la mayoría de los fines de semana o yo, por ahí a las 10 y media o 11 nos organizamos<br />

y nos vamos a vagar por ahí hasta a las dos de la mañana, a veces ni siquiera a bailar<br />

si no que nos parchamos por ahí con las amigas a hablar, a mirar la gente que va y viene, es<br />

un desestrés para lo que le toca hacer a uno, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, en los<br />

trabajos, es como la diversión que uno encuentra para sacar tanta amargura de este trabajo<br />

y tanto estrés, a mí me encanta bailar, me encanta la rumba, me encanta divertirme (N.M., 43<br />

años).<br />

Yo por ejemplo, que me vaya una tarde en un parque a comer helado, o en una heladería a<br />

comer ensalada de frutas, eso es lo máximo, a hablar con las amigas un sábado por la noche<br />

o un domingo, a mi eso me ayudó mucho cuando llegué aquí a Medellín, porque yo no conocía<br />

nada, entonces unas amigas que me fui haciendo en el parque San Antonio me fueron<br />

contando todo, de cómo eran las patronas de jodidas, de cómo debía hacer, cómo comportarme<br />

porque si no me podían echar, ya uno iba con una idea entonces, no le caía uno tanto<br />

la sorpresa… (M.H., 57 años).<br />

Ese parque San Antonio es como el lugar de encontrarse todo el mundo los fines de semana,<br />

yo creo que ahí se reúnen todos los de Medellín, es que no en todo lado es fácil hacer así,<br />

como combitos, nosotros los negros, porque como que choca, nos ven como raro, en cambio<br />

allá no, es distinto, estamos más como en nuestro ambiente (L.M., 28 años).<br />

Muchas de las empleadas nos encontramos en los parques del centro, muchas se bajan del<br />

trabajo y entonces ellas ya siguen pa´ su baile y se quedan toda la noche (M.H., 57 años).<br />

Se reúnen muchas en el parque San Antonio pa´ hablar de todo, de cómo les va en el trabajo,<br />

pa´ recomendar gente, que si saben de alguna casa en donde se necesite muchacha pues se<br />

dicen unas a otras, que le explican a las recién llegadas pues todo, me entiende, que cómo<br />

debe cuidarse, de cómo hablar con las patronas… ¿me explico?, así, como todas esas cosas…<br />

(M.H., 61 años).<br />

Aunque estos puntos de encuentro del tumbao pueden interpretarse como de tránsito y muchas<br />

mujeres, especialmente al casarse y tener hijos, disminuyen su participación en ellos, no pierden<br />

su importancia para la apropiación del centro de la ciudad y de otros espacios más periféricos. Las<br />

mujeres, participan en ellos de manera muy equitativa con los hombres y las dinámicas generadas son<br />

múltiples y diversas, desde las que multiplican su jornada laboral siendo vendedoras en tiendas, con<br />

ventas callejeras o trabajando en la prostitución, hasta las que sencillamente se divierten con sus parejas,<br />

pasando por las que al ritmo de la música y una bebida conversan en grupos aprovechando las<br />

horas de la tarde.<br />

En últimas, el juego, la música, la lúdica, la sensualidad por un lado, y el encuentro, el intercambio<br />

de experiencias, las redes sociales, por otro, ejecutan el tumbao en la ciudad, haciendo de estos espacios,<br />

lugares de resistencia no sólo por el hecho de haber sido territorializados por esta población, es<br />

decir, cargados de sentido y de identidad colectiva, sino porque, a través de las dinámicas de la rumba<br />

y el encuentro, se dinamiza también una especie de lectura colectiva de la ciudad y de la sociedad<br />

blanca, para aprender las formas estratégicas necesarias de convivencia equilibrada, al menos en los<br />

espacios laborales en los que esto es indispensable, como en el S.D.<br />

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