03.07.2022 Views

EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 76 JUNIO 2022

Antología de cuentos de autores de habla hispana

Antología de cuentos de autores de habla hispana

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¡Pero estaba furioso! Y no era para menos... Al principio, Gianni no podía

creerlo... Debía haber un error... ¡Su propia famiglia, su mismo babbo!

¡Criminales y asesinos! De ahí provenía entonces esa fortuna, la misma que le

había permitido vivir una infancia y una adolescencia regaladas, con todos sus

caprichos contemplados. Ahora entendía por qué su padre había insistido que

se enrolara en el ejército con nombre supuesto, esgrimiendo algunas ambiguas

razones para ello. ¡Ahora lo sabía! Y la “mamma”..., que había desaparecido de

golpe, cuando él no había cumplido seis años, sin que le dieran más que

explicaciones vagas... Todo eso cambió su vida para siempre.

Benvenuto ya estaba provocado, justo como él había querido. Era

cuestión de tiempo para que enviase a sus cohortes para borrarlo del mapa.

Entonces tendría algo para acusarlo ante la ley. Pero antes debía conversar con

el “Chueco” Labruna.

El esmirriado hombrecito de cara de rata caminaba con su desgarbado

andar habitual y su aire furtivo, de vuelta al miserable alojamiento que

albergaba sus días y sus noches, cuando no estaba rindiendo sus servicios al

“capo” Benvenuto.

De pronto, una mano tan grande como la pala de un remo se posó en

su hombro, deteniéndolo. Se estremeció ante la sola idea de lo que podía hacer

en su cuerpo aquella zarpa, si añadiese alguna violencia a su presión.

—Hola, “Chueco”.

Conocía esa voz, baja y profunda, medida y calma. Sabía a quién

pertenecía, y no ignoraba que lo mejor era acatar cuanto le dictase.

—Tenemos un trato, ¿verdad? ¿Cumpliste con tu parte?

Temblando como si lo sacudiera un vendaval, intentó excusarse.

—¡P-pero Johnny! ¡Lo que usted me pide que haga sería mi muerte

segura! ¡No puedo..., no me obligue, por favor! ¡Cualquier otra cosa, sí, pero

esto...!

La mano se cerró un poco más sobre su hombro, arrancándole un

112

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!