EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 76 JUNIO 2022
Antología de cuentos de autores de habla hispana
Antología de cuentos de autores de habla hispana
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nocturnos, encarna una engañosa fragilidad, le trae unos gruesos cirios de
color rojo y una vasija con alcohol. El pastor Saúl sumerge bisturí, tijeras y
pinzas. Debe esperar unos minutos, pero es casi imposible, tiene la costumbre
de renegar mientras soporta cualquier periodo de tiempo.
Fueron tres parejas de padres bastante jóvenes y cada una llevó un
niño. O sea, éramos doce personas en el patio. La anciana nos pidió tomarnos
de las manos y pronunció una oración encomendada al Señor Todopoderoso.
En cierto momento interrumpe su ensalmo y pide que coloquen a los
niños al medio del círculo. Vi a esos inexpertos muchachos recostar a las
criaturas sobre el pavimento, quedaron inertes. Ella nos miró, asintió con la
cabeza y retomó la oración. Algunos cerraron sus ojos. El pastor Saúl alzó su
mano, noté una tiza blanca, comenzó a hacer líneas en el torso de los menores.
En ese instante las luces palpitaron, un zumbido pareció tapar nuestros oídos,
al desaparecer percibimos unos agudos espasmos. El primer quejido hizo que
los padres descubrieran los violentos temblores. Observaron a ese hombre
llamado por gracia divina rasgar la piel de sus hijos. Desde el pecho hasta el
principio del estómago.
Cuando sucedía la última operación estallaron los gritos, el pastor
quebró sus paniqueados alaridos proyectando la voz: «¡Yo veía a satanás caer
del cielo como un rayo!». Aquel niño, aún con las pinzas en su diafragma,
intentó levantarse. Lo miró fijamente y pronunció, ¿por qué me persigues? Él
hundió sus dedos y extrajo otra miniatura plateada.
2.
Aunque no lo quiera reconocer, al pastor Saúl le cuesta aceptar que en
algún momento su vida se volvió una broma, un chiste de mal gusto. Varios
años viene evitando el espejo, su rostro en el cuadro de la rutina. Muy dentro
de sí, estoy convencido, se ríe de lo irónico: la tristeza es lo último que parece
quedar de sí mismo.
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