EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 76 JUNIO 2022
Antología de cuentos de autores de habla hispana
Antología de cuentos de autores de habla hispana
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
platillos voladores, Iluminatis, reptilianos o del sistema de dominación
mundial, y que, dada la seriedad y la gravedad de su rostro y sus gestos, sus
amigos preferían no contradecirle o, peor aún, burlarse de sus ocurrencias a
sus espaldas.
Aun así tenía fama de no tener un pelo de tonto, ya que siempre
contestaba a las burlas con más burlas, con cierto tono de fronterizo
simpático. Se jactaba de ser dotado fisiológicamente, de jalar su bronca, de
dominar una lengua viperina, de haber desflorado a una chica de su cuadra, de
leer libro tras libro hasta altas horas de la noche y, pese a ello, levantarse muy
temprano para hacer ejercicio físico. Según él, era el chico perfecto, pero
estaba loco de remate.
Si ir al colegio de lunes a viernes por obligación le salvó de ser un
ermitaño, no ingresar a la universidad y estudiar de forma autodidacta le
hundió en aquella condena antisocial que, a pesar de considerarse a sí mismo
muy listo, tenía que cargar sobre sus hombros y, en especial, sobre su cerviz y
su cráneo, sin tener la mínima idea de que aquello era un padecimiento vital o,
también, un castigo divino.
Mientras más penetraba en aquel laberinto de frialdad y dolor
inconsciente, cual si descendiera al infierno del centro de la Tierra, parecía
tener menos opciones de salir ileso (como si eso ya fuese posible) y, así, se
esfumaban las esperanzas de gozar en los días venideros del canto de los
pájaros, del sonido de la garúa nocturna, de las caricias del viento y del calor
tibio de una mañana esplendorosa; porque aquella «herida» que se autoinfligía,
en aquel tiempo, al menos en nuestro país, jamás cicatrizaría, sino que le
acompañaría de por vida y de forma crónica sin nunca restañar.
―Ma, creo que los Iluminati han colocado cámaras en la casa. Nos
están grabando ―le dijo una mañana Matusalén, en su lecho, a su madre, a eso
del mediodía, cuando ella quiso despertarlo.
Aquella noche él no pegó los ojos, escuchó voces incriminadoras,
60