EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 76 JUNIO 2022
Antología de cuentos de autores de habla hispana
Antología de cuentos de autores de habla hispana
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Arcángel Miguel y a Jesucristo mientras era consumida por las llamas. Una vez
el cuerpo quedó reducido a cenizas, sus ejecutores las arrojaron al Río Sena.
Tenía solo diecinueve años.
La joven reflexionó en silencio mientras sorbía el resto del refresco. El
hombre, por su parte, estaba sentado frente a la portátil sin moverse ni
pronunciar palabra alguna. Tenía la vista clavada en el suelo. Con un gesto
distraído, tomó el vaso y apuró la bebida hasta acabarla. Parecía estar
pensando muy profundamente en algo; algo que intentaba expresar sin saber
cómo.
Ella lo examinaba con taimado desconcierto, sin saber muy bien qué
decir. Se puso de pie, caminó hasta la ventana y allí aprovechó para arreglarse
la falda. El agua impactaba contra el cristal en rítmicos golpeteos, y luego
resbalaba hasta caer por el alféizar.
El vendaval inclinaba todos los árboles hacia un mismo lado,
haciéndolos crepitar. Algunas palmeras lejanas torcían sus hojas de una manera
que le resultó muy cómica, y que le trajo a la mente la imagen de una vieja
esmirriada que ha sido sorprendida por un huracán al salir de la peluquería,
arruinándole su cabellera recién peinada.
Algunos transeúntes corrían de aquí para allá con sus paraguas; a uno
de ellos lo venció la fuerza del viento y la endeble estructura de aluminio se
volvió hacia arriba, alzando al cielo sus numerosos brazos metálicos. El dueño,
sin vacilar un instante, arrojó el maltrecho artefacto a un lado y corrió hasta
hallar resguardo bajo un toldo.
La chica contemplaba la escena con una leve sonrisa en el rostro.
Siempre había algo de jocosidad en la desgracia ajena. Como si el destino
estuviese confirmándolo, observa casi al mismo tiempo cómo la hoja húmeda
de un diario vuela hasta quedar adherida a la pantorrilla de una mujer que
camina por la misma vereda. Esta, asqueada, agita la pierna hasta despegarla y
enseguida la aleja de un puntapié. Evita por poco un gran charco de agua
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