Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Capítulo 28
"Paz a vosotros"
Al Atardecer de aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un
pueblo llamado Emaús, que distaba unos doce kilómetros de Jerusalén.
Estaban perplejos por los acontecimientos recientes. Especialmente los
confundía el informe de las mujeres que habían visto a los ángeles, y habían
encontrado a Jesús después de su resurrección.
Regresaban ahora a su hogar para meditar y orar, con la esperanza de
obtener alguna luz sobre estos sucesos tan extraños para ellos.
Mientras transitaban, un desconocido se acercó y comenzó a caminar
con ellos; pero estaban tan ocupados en su conversación que apenas notaron
su presencia.
Tan cargados de dolor estaban estos hombres fuertes, que lloraban
mientras recorrían el camino. El corazón piadoso de Jesús sintió el deseo de
consolarlos.
Como si fuera un extraño, comenzó a hablar con ellos. "Pero los ojos
de ellos estaban velados, para que no lo conocieran. Él les dijo: ¿Qué pláticas
son éstas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis
tristes?
"Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo:
"¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas
132