InFluential_Magazine_March_April_2017
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Enrique Limardo está agitando los paladares de<br />
Baltimore, en el estado de Maryland, Estados<br />
Unidos. Este venezolano de 41 años de edad<br />
se ha convertido en un referente de la gastronomía<br />
venezolana en el mundo, gracias a su pasión, a sus<br />
técnicas y al equipo que integra Alma Cocina Latina, el<br />
famoso restaurante donde funge como Chef Ejecutivo.<br />
“La cocina es un lenguaje universal”, es una frase que<br />
Limardo mantiene en su perfil de Instagram y, quizá, es<br />
un sutil recordatorio del éxito de su oficio. Sin embargo,<br />
antes de todo el reconocimiento que ha acumulado, este<br />
joven cocinero comenzó a sentir fascinación por la comida<br />
cuando tenía seis años, en los fogones de su abuela. “Todo<br />
inició a muy temprana edad y sin tener conciencia de que<br />
eso se convertiría en mi vida. Pasé mucho tiempo con mi<br />
abuela paterna Mercedes de Limardo, quien dedicó su vida<br />
a la dulcería criolla venezolana y a las recetas más arraigadas<br />
de nuestras raíces”, comparte Limardo vía email.<br />
Y fueron esos momentos de infancia, en familia, lo que lo<br />
impulsó a dedicarse al arte de la cocina. “En la adolescencia,<br />
le cocinaba a mis amigos por disfrute y experimentación”,<br />
añade con esmero. Y, aunque cursó estudios de<br />
arquitectura, su destino estaba claro: convertirse en chef.<br />
Académicamente se formó en dos institutos: Escuela de<br />
cocina de Luis Irizar, en San Sebastián, País Vasco, España;<br />
y en la Escuela de Hotelería y Turismo de San Pol de Mar,<br />
Barcelona. La práctica la adquirió a través de los años y<br />
en las experiencias alrededor del mundo, al cocinar en<br />
diferentes cocinas y hoteles como El Racó d’en Freiza,<br />
Ruccula, Can Gist, ABaC y Mas de Torrent.<br />
Mención aparte merece su paso por el célebre Celler de<br />
Can Roca, en Girona, España. “Formarme en este restaurante<br />
fue una experiencia increíble, tanto en el aspecto<br />
intelectual como en la exigencia física, porque diariamente<br />
trabajaba una gran cantidad de horas. Siempre dando<br />
el 200 %. Esta oportunidad me marcó como cocinero.<br />
La mística de trabajo es una de sus maravillas, porque la<br />
armonía se percibe desde sus entrañas hasta cada platillo.<br />
Admiro a toda la familia Roca y respeto profundamente la<br />
convicción por sus orígenes y la innovación a lo tradicional<br />
MARZO / ABRIL <strong>2017</strong> SPANISH FLUENTIAL 251