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18<br />
· La falta de coordinación entre las políticas<br />
habitacionales y de desarrollo urbano se está transformando<br />
en el principal obstáculo, tanto para la producción eficiente<br />
de viviendas como para un crecimiento urbano ordenado<br />
y equitativo y una gestión eficaz. Lo anterior da<br />
cuenta de la necesidad de avanzar hacia enfoques más<br />
flexibles para atraer la participación de otros agentes al<br />
mercado de viviendas económicas.<br />
· Buscando reducir costos, los urbanizadores ofrecen<br />
viviendas en zonas periféricas donde los terrenos baldíos<br />
son más baratos.<br />
· La actividad inmobiliaria no se desarrolla igual<br />
a lo largo de nuestro país. La disparidad de concentración<br />
urbana con gran centralización en la capital,<br />
hace difícil crear mercados abiertos y competitivos<br />
con alternativas de ofertas a diferentes niveles. No<br />
todas las regiones presentan el mismo empuje, provocando<br />
de esta manera fuertes diferencias que limitan<br />
las posibilidades de los interesados en su adquisición<br />
de vivienda.<br />
· Pérez – Iñigo (1999) plantea que, dentro de los<br />
mecanismos institucionales de subsidio a la demanda, los<br />
más cuestionables, por las distorsiones de precio que generan<br />
en el mercado de la vivienda de interés social son<br />
los subsidios ocultos asociados a la participación del Estado<br />
como gestor inmobiliario, ya que los gastos que ello<br />
implica no son incorporados al precio de las viviendas que<br />
gestiona.<br />
· La participación directa del Gobierno en la construcción<br />
de viviendas sociales y la forma de financiamiento<br />
utilizada, crea uniformidad en el diseño y en los planes de<br />
pago, sin considerar las muy distintas necesidades de las<br />
familias beneficiadas y sus capacidades.<br />
· La producción directa de viviendas es una anomalía<br />
dentro del diseño conceptual de la política, esta forma<br />
de fabricación se hizo necesaria dada la falta de interés<br />
por parte de las empresas inmobiliarias de construir viviendas,<br />
para este segmento de la población18 . Este nivel<br />
de actividad tiene un impacto importante sobre los precios<br />
de la tierra y los procesos de desarrollo urbano, dado<br />
que el MINVU, en su afán de reducir la incidencia del costo<br />
del terreno, construye de preferencia en la periferia<br />
urbana e incentiva a los urbanizadores privados a la expansión<br />
horizontal. Además, los proyectos totalmente nuevos<br />
permiten un mayor control de los costos y menores<br />
plazos de entrega, lo que reduce los costos financieros.<br />
Por lo tanto, hay un estímulo implícito para continuar expandiendo<br />
la periferia urbana, y un sesgo de política marcado<br />
hacia la vivienda nueva.<br />
· Se observa la existencia de dos efectos; la discriminación<br />
a la vivienda usada, y como lógica consecuencia, la no<br />
existencia de un mercado secundario de viviendas sociales19 .<br />
18 Como resultado, el MINVU es hoy la empresa inmobiliaria más<br />
grande del país, puesto que compra terrenos, contrata la construcción y<br />
entrega más de 40.000 viviendas al año.<br />
19 Held (2000), Pérez – Iñigo (1999).<br />
G ESTIÓN DE SUELO URBANO Y VIVIENDA SOCIAL. ELEMENTOS PARA UNA DISCUSIÓN