La mujer en La era gLobaL

116
La mujer en La era gLobaL
a mediados de la década de 1990.
Describe a su familia como “igualitaria
y democrática”. Sus padres
eran ambos académicos en Kharkiv,
que es uno de los centros científicos
y educativos principales de Ucrania
y de la antigua Unión Soviética.
Dice que nunca tuvo problemas
de género durante sus primeros
años en el departamento de filosofía
y comunismo científico en el
Instituto de Ingeniería Ferroviaria
de Kharkiv. Levchenko recuerda:
“Esos fueron los tiempos en que
nos familiarizamos con la filosofía
occidental moderna [tras décadas
de aislamiento intelectual], y la
gente era muy abierta”. Al igual que
muchos de sus pares en la comunidad
académica, Levchenko se hizo
feminista después de leer las obras
de Michel Foucault, Roland Barthes,
Julia Kristeva y Betty Friedan.
Levchenko explica que esta tendencia
postsoviética fue natural: “La
auto identificación es un proceso
bastante complicado. Por eso es que
los círculos académicos fueron los
primeros en abrazar las ideas feministas
y de los derechos humanos”.
En 1996 inició el curso de “Introducción
a la teoría del género”, uno
de los primeros cursos académicos
de esta clase en Ucrania. Muy pronto
Levchenko emplearía esta experiencia
exitosa en su trabajo con
instituciones estatales y organizaciones
no gubernamentales (ONG).
Comenzó a trabajar para las ONG,
primero en Kharkiv y luego en Kiev,
la capital de Ucrania, coordinando
programas para la prevención de la
trata de personas.
En 2004 Levchenko fue invitada
a ser asesora de derechos
humanos y asuntos de género en
el ministerio del interior de Ucrania.
Fue un período difícil, tanto
dentro como fuera del ministerio.
Sus nuevos colegas del gobierno
difícilmente comprendían el concepto
de género y eran escépticos
acerca de los derechos humanos,
mientras que muchas activistas se
sorprendieron por su decisión de
ser parte de la policía. En el otoño
de 2004 una sociedad civil airada
salió a las calles para enfrentar al
gobierno ucraniano. La protesta
duró dos meses y fue la “Revolución
Una activista de la organización ucraniana de mujeres femen protesta en Kiev contra el gobierno integrado sólo por
hombres que se instaló en 2010. los carteles dicen “¡Queremos un ministerio!”.
Naranja”, llamada así por el color
adoptado por la oposición política.
Levchenko tuvo que navegar entre
las organizaciones internacionales
y el ministerio, que fue acusado de
perseguir a los opositores políticos.
Levchenko dice que la tarea
verdadera comenzó en la primavera
de 2005 cuando Yuriy Lutsenko,
quien era conocido por coordinar
protestas callejeras antes de la revolución,
asumió el cargo de ministro
del Interior. Levchenko dice que
ella tuvo la primera reunión con
policías mujeres de patrulla, investigadoras
de alto nivel y otro personal
femenino del ministerio. “Pocos
sabían que teníamos alrededor del
17 por ciento de mujeres en 2005 y
el 19 por ciento en 2009. Algunas de
ellas administraban divisiones contra
el crimen organizado e incluso
prestaban servicios en ‘Cobra’ [una
unidad policial especial ucraniana”,
dice Levchenko.
El activista de derechos humanos
Taras Hataliak estaba preso
cuando Levchenko comenzó a trabajar
en el ministerio del interior.
Hataliak fue puesto en libertad pocas
semanas antes de la Revolución
Naranja y comenzó a trabajar con
Levchenko. Taras Hataliak fue el
ministro del interior adjunto en la
región de Lviv (Ucrania occidental)
donde investigaba violaciones
de los derechos humanos en los
departamentos de policía y en las
prisiones. “Levchenko era la que
formulaba políticas y la mensajera
de los activistas de los derechos humanos
dentro del ministerio. Sabía
lo que conocían las organizaciones
populares y se aseguraba de que el
mecanismos institucionales para el avance de la mujer: pperfil
programa de la sociedad civil pasara
a ser pronto parte de la agenda
del ministro”, recuerda. Hataliak
también le acredita haber iniciado
el sistema de vigilancia de derechos
humanos en los departamentos de
policía. Se desplegaron grupos móviles
de prevención de violación de
derechos humanos. En cada región
se establecieron consejos públicos
de derechos humanos. Se adoptó
legislación para proteger los derechos
humanos. En 2008 se creó un
departamento especial para vigilar
la observación de los derechos humanos
en los organismos policiales.
Levchenko se siente orgullosa
de que los activistas de derechos
humanos representaran el 40 por
ciento del personal del ministerio.
El resto eran policías retirados que
conocían el sistema y apoyaban las
reformas de derechos humanos.
Sin embargo, las buenas intenciones
de reformar a la policía
siempre dependieron de la situación
política en el país. Al cambiar los
gobiernos cambiaron las políticas.
Levchenko trabajó en el ministerio
del interior dos veces: desde septiembre
de 2004 a mayo de 2006, y
de enero de 2008 a abril de 2010. El
departamento para vigilar la observación
de los derechos humanos fue
disuelto por el gobierno de Yanukovych.
Los antiguos miembros del
equipo siguen trabajando en asuntos
de derechos humanos desde
organizaciones no gubernamentales
como La Strada–Ucrania, que
dirige Levchenko.
La Strada es una ONG multinacional
dedicada primordialmente
a ayudar a mujeres víctimas de
117
la trata de personas y violencia doméstica
en Europa Central y Oriental.
Levchenko dice que personas
de todos los grupos sociales piden
ayuda a La Strada. Las llamadas
provienen principalmente de mujeres,
pero también hay hombres que
solicitan asistencia. Ella espera que
el trabajo de La Strada aumente a
medida que la gente esté mejor informada
sobre la trata de personas y
sigan mejorando los servicios sociales
de Ucrania.
La querella judicial de Kateryna
Levchenko por los comentarios
despectivos del primer ministro
ucraniano Mykola Azarov sobre
las mujeres fue una estrategia más
en su campaña por incorporar a las
mujeres en el debate, con igual estatus
que los hombres. Ella continúa
con sus esfuerzos para reformar
la policía e impedir violaciones de
los derechos humanos de cualquier
manera que le sea posible, a través
de instituciones tanto dentro como
fuera del gobierno.
yevhen Hlibovytsky es socio
directivo de pro.mova, una
consultora de comunicaciones
estratégicas con sede en Kiev.
Ex periodista, fue uno de los
líderes del movimiento periodístico
de resistencia contra la censura
en Ucrania.
oksana forostyna es periodista
investigadora, con sede en Lviv. Es
conocida por sus artículos sobre
corrupción, cuestiones de género
y derechos humanos en Ucrania,
Polonia, la República Checa y
otros países en transición.