La mujer en La era gLobaL

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La mujer en La era gLobaL
atención básica de salud y corren mayor riesgo de
mortandad infantil.
A las niñas, es más probable que se niegue
el acceso a la educación. Se calcula que,
en 2007, unos 101 millones de niños en todo
el mundo no asistían a escuelas primarias, y
de esta cifra la mayoría eran niñas (UNICEF,
2010). En África, Oriente Medio y Asia del
Sur se registra la mayor desigualdad de educación
basada en el sexo. Las niñas de hogares
rurales y escasos recursos económicos son las
más propensas a ser privadas de educación.
Con frecuencia se les impide que adquieran
los conocimientos y destrezas necesarios
para el empleo, realizarse plenamente y superar
su situación debido a la prevalencia de
la costumbre de educar a los niños antes que
a las niñas. Es más probable que se utilice a
las niñas para realizar tareas domésticas en la
casa o en trabajos fuera del hogar. No obstante,
los beneficios que se obtienen de la inversión
en la educación de las niñas son muchos,
tales como familias más saludables, descenso
de la tasa de fertilidad, mejor desempeño
económico y alivio de la pobreza. La educación
de las niñas en un entorno que proporcione
apoyo y sea sensible a su género es de
suma importancia para alcanzar la igualdad
de género.
El Fondo de Población de las Naciones
Unidas calcula que entre 100 y 140 millones
de niñas y mujeres han sido sometidas a la
las alumnas
de la escuela
primaria para
niñas al-yasmin,
en Bagdad, iraq,
reciben cajas
con material
educativo que la
Unicef reparte
entre los niños
que viven en
zonas de guerra.
mutilación genital y que, cada año, se corre
el riesgo de que se le practique a otras tres
millones de ellas. La mayoría de estos casos
de ablación suceden en África, Oriente Medio
y Asia. En Egipto, se calcula que el 75 por
ciento de las mujeres entre los 15 y 17 años de
edad han sido sometidas a la mutilación genital,
una práctica que acarrea consecuencias
negativas inmediatas y de largo plazo para la
salud y el bienestar de la mujer, y cuyas complicaciones
pueden ser mortales. Algunos
países de África, Europa y América del Norte
han prohibido la mutilación genital, pero la
práctica sigue.
El matrimonio de niñas es otra violación
de los derechos humanos que ocurre en África,
Asia Central y del Sur, y Oriente Medio.
Las tasas más elevadas se registran en Asia
del Sur y en el África subsahariana, donde se
han desposado niñas a edad tan tierna como
los 7 años de edad, pero casi siempre antes
de los 15 ó 18 años de edad. Según los datos
estadísticos publicados por UNICEF, en Bangladesh,
República Central de África, Chad,
Guinea, Mali y Níger más del 60 por ciento de
las mujeres han contraído matrimonio antes
de los 18 años de edad. En la India, el 47 por
ciento de las mujeres se casa antes de los 18
años. En Yemen, más del 25 por ciento contrae
nupcias antes de los 15 años. El matrimonio
de niñas es una forma de abuso sexual que
separa a las niñas de su familia y de sus amigos,
las aísla socialmente, limita su acceso a la
educación y las hace vulnerables a la violencia
de sus maridos y de sus familiares políticos.
Las niñas casadas afrontan riesgos a su salud
e incluso la muerte debido a las relaciones
sexuales forzadas, a menudo con un marido
mayor que ella, y a los embarazos precoces.
Existe también mayor riesgo de contraer VIH
y otras enfermedades de transmisión sexual.
Pese a todo ello, los movimientos de base
pueden efectuar cambios con éxito. Ejemplo
de ello es el programa Kembatti Mentti
derecHos de la niña mujer: panorama general
Gezzimma–Tope (KMG), establecido por
la doctora Bogaletch Gebre en Etiopía para
erradicar la mutilación genital femenina y la
Red de Matrimonios sin Riesgos en Yemen,
que vincula a varias ONG para proporcionar
educación a las comunidades sobre el matrimonio
de niñas, y reducir su frecuencia.
La niña es uno de los doce temas de la
Plataforma de Acción de Pekín de 1995, que
recomienda la eliminación de todas las formas
de discriminación y abuso de las niñas,
y la protección de sus derechos. Recomienda
también que se adopten medidas de desarrollo
y capacitación para mejorar la situación
de las niñas y eliminar su explotación
económica. Así también dispone una mayor
concienciación sobre los requerimientos y el
potencial de las niñas en la sociedad, y en las
mismas niñas, para que puedan ser partícipes
plenas de la vida social, económica y política.
Se ha hecho progreso, pero queda mucho por
hacer en la protección de los derechos de la
niña y en asegurarles un futuro en el que se
beneficien ellas y sus comunidades.
robin Haarr es profesora de justicia penal
en la Universidad Eastern Kentucky. Realiza
investigación sobre la violencia contra la
mujer y los niños, y sobre la trata nacional
e internacional de personas. También lleva
a cabo trabajo de investigación y sobre
normativas para las Naciones Unidas y
embajadas de Estados Unidos. Ha sido
galardonada con varios premios por su
labor, entre ellos su inclusión en el Salón
de la Fama de la Facultad de Justicia Penal
de la Universidad Estatal de Michigan, y el
premio Coramae Richey Mann a la “Mujer
Inconveniente del Año” otorgado por la
Sociedad Estadounidense de Criminología,
División de la Mujer y Delitos Penales.
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