La mujer en La era gLobaL

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La mujer en La era gLobaL
mejorar el acceso a agua limpia de
su aldea. Allí comenzó una empresa
de confección de deliciosas salsas
y donó parte de las ganancias a su
proyecto de agua. Boge se centró
en la educación y el sustento de las
mujeres mediante la fundación de
Padres Internacionales de Etiopía-
Desarrollo a través de la Educación.
Buscó el apoyo de partidarios en
Estados Unidos para poner fin a la
“hambruna de libros” que era tan
prevaleciente como la hambruna
de alimentos. Corrió en maratones
para recaudar fondos que enviaron
a Etiopía más de 300.000 libros de
ciencia, medicina y derecho.
La toma de conciencia de Boge
sobre la mutilación genital femenina
surgió de la rabia y del horror
que sintió por lo que le hicieron a
ella siendo una joven, y por lo que
les hacían a todas las niñas de su aldea.
“Me di cuenta de que el propósito
de la escisión genital femenina
era también hacer una escisión de
mi mente, de mi capacidad de vivir
la vida con todos mis sentidos intactos”,
declaró ella. “No se suponía
que yo me educara, ni que tuviera
criterio propio porque soy una mujer
nacida en una pequeña aldea de
Etiopía. Es un sistema que mira a la
mujer como un objeto servil. Comienzas
a servir a la familia a los
seis años, cuando todavía no tienes
conciencia de quién eres. Contraer
matrimonio es lo mismo que ser
vendida al mejor postor. De un tipo
de servilismo pasamos a otro, somos
explotadas”.
Boge regresó a su hogar en
1997 con 5.000 dólares y una idea.
Junto con su hermana fundó KMG
en 1999. Este centro de autoayuda
para la mujer ahora incluye un centro
de capacitación, una biblioteca,
una casa de estudio de la cultura,
un centro de atención de salud, una
casa de huéspedes y, además, un
espacio para celebrar discusiones
en grupo. Al principio, esta activista
dudaba sobre cómo llevaría a la
práctica su cometido de romper el
ciclo de violencia contra la mujer y
proporcionar oportunidades para
la superación.
Boge comenzó con un cuestionario
básico sobre temas de la mujer:
Salud y VIH/SIDA; educación
de hombres y mujeres; oportunidades
económicas para la mujer y
mutilación genital femenina. Los
resultados se presentaron ante un
foro comunitario donde la discusión
de estos temas encendió una
chispa. “Las mujeres se expresaron
libremente, lloraban … Todas sabían
el dolor y el riesgo de la ablación,
pero la práctica se perpetuaba
porque creían Dios lo ordenaba
y era esencial para considerar a la
mujer casadera”.
Sus esfuerzos comenzaron a
tomar más impulso. En junio de
2002, 78 jóvenes estudiantes marcharon
llevando pancartas que decían:
“Me niego a ser circuncidada,
sigan mi ejemplo”. Una joven pareja
de novios desafió la tradición
al contraer matrimonio sin que la
joven se sometiera a la mutilación
genital. Apelaron al sacerdote local,
quien sensibilizado por el programa
de KMG en la comunidad, accedió
a darles su apoyo. La novia llevó a
su boda un letrero que declaraba
no estar circundada y el novio llevó
otro expresando su felicidad por
casarse con una “joven íntegra, sin
circuncidar”. A éste siguieron otros
matrimonios en los que la pareja
públicamente rechazó la mutilación
genital femenina. Se establecieron
grupos de apoyo y programas en la
comunidad. “Se han convertido en
nuestros soldados, en una fuerza
social en sus comunidades”, señaló
Boge. “Las jóvenes se reúnen, cantan
y llevan letreros que dicen ‘¡Somos
su hijas! No nos hagan daño’”.
La actividad llamada “Cuerpo íntegro,
vida saludable – Libertad de
la Escisión Genital Femenina”, que
comenzó en 2004 con el objetivo
de reemplazar la perjudicial mutilación
femenina con celebraciones
de la vida, cuenta con la asistencia
de mucho público. El día se ha señalado
como un día de libertad y es
una nueva tradición que se celebra
cada año.
En la actualidad, la mutilación
genital femenina ha sido prácticamente
erradicada de toda la zona de
cobertura de KMG donde hay 1,5
millones de habitantes. Un estudio
realizado en 2008 por UNICEF documenta
el cambio efectuado luego
de una década de intervención en la
que la circuncisión femenina se ha
reducido marcadamente hasta casi
menos de tres por ciento. Ello se ha
logrado mediante leyes y educación
sobre los peligros de esta práctica
en las comunidades.
Boge afirma que el apoyo de
KMG ha ayudado a las comunidades
a que “confíen en su sabiduría
colectiva, y la liberen, para que puedan
reconocer su propia capacidad
de efectuar cambios medibles y
sostenibles. Lo único que se necesita
es darles un espacio libre”.
Los representantes de la comunidad,
estudiantes y maestros,
niños y niñas, analfabetos y escolarizados,
hombres y mujeres, parteras,
líderes religiosos y ancianos,
todos se reúnen regularmente para
hablar sobre sus preocupaciones,
establecer contactos, compartir conocimientos
y llegar a un consenso.
Boge dice que, “las soluciones están
en sus manos”. KMG facilita y
alienta el debate. “Una vez que hacen
un compromiso, lo cumplen”.
El enfoque es holístico, declara
Boge, y reconoce “lo indivisible de
la dinámica social, cultural, económica
y política que afecta a las sociedades
y a la mujer en particular,
y que vincula la ecología, la economía
y la sociedad”. Y añade que: “En
Kembatta, como en otras regiones
rurales, los trastornos sociales, la
degradación ambiental y la pérdida
de la base tradicional de ingresos
refuerzan actitudes que hacen
víctimas de la mujer y perpetúan la
violencia contra la mujer”.
El éxito de Bogaletch Gebre
ha significado que el modelo KMG
ejerza una gran influencia en otras
regiones y países, y en la formulación
de políticas. “No es necesario
hacer milagros”, dice ella. “Se requiere
un compromiso de emprender
acciones, de crear y trabajar
duro. Y, claro está, necesitamos
apoyarnos mutuamente, como
personas que compartimos un
solo mundo”.
“¿Mi deseo para la mujer africana?
Que el mundo se conciencie
de que la opresión de la mujer es
derecHos de la niña mujer: perfil
la comunidad fuga está marginalizada y su población carece de derechos básicos en etiopía. Kmg ayuda a los
artesanos en cerámica enseñándoles sus derechos y a defenderlos. en la foto la comunidad se reúne para tratar los
problemas que los afectan.
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algo negativo para los negocios, la
economía y el desarrollo humano.
Debemos poner fin al apartheid por
género”, concluye.
julia rosenbaum es funcionaria
principal del programa del
Grupo de Salud, Población y
Nutrición de la Academia para
el Desarrollo de la Educación,
con sede en Washington, D. C.,
que proporciona ayuda técnica
y administrativa a programas
internacionales de salud materno
infantil. Ha trabajado en Etiopía
durante los pasados seis años
con el Proyecto de USAID para
el Mejoramiento de la Higiene en
sus programas comunitarios que
intentan mejorar las condiciones
sanitarias y de higiene, y en otros
programas de atención de salud
y apoyo a pacientes de VIH.