Vademecum
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miles de combatientes de ambos bandos en la Guerra Civil 10 , por lo que se pretendía que<br />
fuese un sitio de reconciliación. Aun cuando forma parte del Patrimonio Nacional del<br />
Estado, desde la muerte de Franco no ha sido objeto de una evaluación crítica y educativa<br />
hasta la fecha 11 . En 2011 fue creada una Comisión de Expertos para el Futuro del Valle<br />
de los Caídos con el objetivo de elaborar un informe con fórmulas para re-significar el<br />
monumento 12 . En este informe se recomienda, entre otras cosas, la transformación del<br />
Valle de los Caídos en un lugar para la memoria de víctimas y muertos de la Guerra Civil,<br />
la creación de un Centro de Interpretación, el traslado de los restos del General Franco<br />
a otro lugar y la evitación de que los restos de José Antonio Primo de Rivera ocupen un<br />
lugar preeminente en la Basílica.<br />
La cuestión del Valle de los Caídos refleja, no obstante, una extraña ausencia de lugares<br />
de memoria en forma de museos o centros públicos que sirvan para informar sobre el<br />
pasado histórico y, en consecuencia, transmitir y educar sobre el consenso democrático,<br />
especialmente desde el punto de vista de experiencias extranjeras como la de Alemania<br />
o la de los países postcomunistas. La mayoría de los lugares de memoria en España que<br />
pueden ser calificados como un recuerdo visual y emocional de las víctimas, sin tener en<br />
cuenta la herencia franquista que recuerda las del llamado bando nacional, son simples<br />
placas, financiadas en su mayoría por agrupaciones de víctimas de distinta orientación<br />
política e ideológica, colocadas en cementerios donde en su día se ubicaron fosas comunes.<br />
Sorprende, por ejemplo, que los campos de concentración franquistas no hayan despertado<br />
un interés público para su museización. Desde una perspectiva nacional, dentro del<br />
panorama de sitios de memoria que existen físicamente y cumplen una función informativa<br />
y educativa, destaca Cataluña, donde el Memorial Democràtic de la Generalitat concentra<br />
sus esfuerzos, entre otros, en el mantenimiento del patrimonio histórico, creando espacios<br />
de memoria que abarcan desde museos hasta itinerarios educativos a través de la historia.<br />
A pesar de las controversias que la Ley de Memoria Histórica despierta, no cabe duda que<br />
uno de sus logros más significativos es la regulación del derecho de acceso a los archivos<br />
públicos, cuyos fondos eran hasta entonces en gran parte inaccesibles (por ejemplo,<br />
archivos militares), lo que garantiza el cumplimento de los derechos fundamentales de<br />
información y participación, y, a su vez, permite un estudio más profundo y crítico. Las<br />
restricciones persisten en algunos casos, exigiéndose la previa aprobación por la autoridad<br />
competente de la solicitud de acceso, como sucede con los archivos dependientes del<br />
INtRoduCCIóN<br />
10 33.833 personas, de las cuales 21.423 son víctimas identificadas y 12.410 no identificadas, según los registros<br />
oficiales.<br />
11 La Ley de Memoria Histórica prohíbe actos de naturaleza política y exaltaciones de la Guerra Civil, de sus<br />
protagonistas o del franquismo en el Valle de los Caídos (artículo 16.2), a la par que establece que su<br />
fundación gestora (Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos) incluirá entre sus objetivos honrar y<br />
rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil y de la represión<br />
política posterior.<br />
12 En virtud de Orden PRE / 1396 / 2011, de 27 de mayo (BOE de 28 de mayo de 2011). El informe fue entregado<br />
el día 29 de noviembre de 2011.<br />
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