30.04.2013 Views

Descárgala - Consejo Dominicano del Café

Descárgala - Consejo Dominicano del Café

Descárgala - Consejo Dominicano del Café

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ESPACIO DE<br />

Reflexión<br />

Los verdaderos padres de la<br />

Independencia Financiera de<br />

la República Dominicana<br />

Las convenciones domínico-americanas de 1905 y<br />

1907, mediante las cuales se refinanció y consolidó<br />

la deuda externa de la República Dominicana,<br />

sometieron al Estado dominicano a un esquema de<br />

pago regulado de la deuda pública externa y a un<br />

control absoluto <strong>del</strong> funcionamiento económico de<br />

la cosa pública. En tal virtud, el gobierno dominicano<br />

entregó la administración de las aduanas al<br />

gobierno de los Estados Unidos de América y se<br />

obligó a no incrementar la deuda pública ni variar<br />

los aranceles sin el previo y expreso consentimiento<br />

<strong>del</strong> gobierno norteamericano.<br />

Igualmente los ingresos arancelarios captados<br />

por la Receptoría de Aduanas administrada por el<br />

gobierno norteamericano, eran distribuidos de la<br />

siguiente forma: 50% para amortizar el pago de<br />

la deuda externa consolidada; 5% para sufragar<br />

los gastos administrativos de la Receptoría General<br />

de Aduanas; y sólo 45% para ser entregado<br />

al gobierno dominicano con el propósito de hacer<br />

frente a su arduo papel de promotor <strong>del</strong> desarrollo<br />

social, político, económico y cultural de una pequeña<br />

y empobrecida nación <strong>del</strong> tercer mundo.<br />

Como se ve, este esquema contractual ataba de<br />

pies y manos a los distintos gobiernos que tuvieron<br />

que someterse a la aplicación de la Convención de<br />

1907, limitando enormemente la disponibilidad de<br />

recursos a cargo <strong>del</strong> erario, ya que para esa época<br />

cerca <strong>del</strong> 95% <strong>del</strong> los ingresos fiscales provenía de<br />

los impuestos al comercio exterior y el gobierno no<br />

tenía libertad para manejar la política impositiva y<br />

crediticia <strong>del</strong> Estado.<br />

La Convención de 1924, mediante la cual se acordó<br />

la desocupación <strong>del</strong> país por las tropas norteamericanas,<br />

mantuvo el control estadounidense<br />

sobre las aduanas dominicanas y sobre los demás<br />

aspectos financieros de la administración pública.<br />

De allí que durante los gobiernos de Horacio Vásquez<br />

y los primeros 17 años de la Era de Trujillo,<br />

el Estado dominicano tuvo que dedicar importantes<br />

recursos económicos a la amortización de una<br />

eterna deuda pública que limitó bastante la capacidad<br />

de ejecutar políticas de desarrollo nacional<br />

desde la cosa pública. En 1942, a raíz <strong>del</strong> llamado<br />

Tratado Trujillo-Hull, se logró la devolución de la<br />

gestión aduanera a las autoridades dominicanas<br />

y la plena libertad en el manejo de las políticas<br />

impositiva y crediticia, y en 1947 finalmente se<br />

alcanzó la total cancelación de la deuda pública<br />

externa.<br />

Sobre este último aspecto, hay que recordar toda<br />

la parafernalia de alabanza y genuflexión a favor<br />

de Trujillo que se desarrolló en el país a propósito<br />

de la firma <strong>del</strong> Tratado Trujillo-Hull. Baste con rememorar<br />

que la pluma con la que el Generalísimo<br />

firmó el susodicho acuerdo fue declarada formalmente,<br />

mediante acto legislativo, “joya nacional”;<br />

además de que el Jefe pudo agenciarse otro título<br />

rimbombante para su extenso rosario de honores:<br />

“Padre de la Independencia Económica de la República<br />

Dominicana”.<br />

Mucho se ha hablado <strong>del</strong> papel desempeñado por<br />

la administración Trujillo para materializar la eliminación<br />

de la onerosa deuda externa, en tanto el<br />

logro de este objetivo debió necesariamente comportar<br />

una disciplina fiscal constante, entre otros<br />

factores. Sin embargo, de lo que poco se ha hablado<br />

es <strong>del</strong> rol aún más importante que jugaron<br />

para la cristalización de este objetivo los sectores<br />

productivos nacionales que aportaron los recursos<br />

económicos que hicieron posible la independencia<br />

financiera <strong>del</strong> Estado dominicano.<br />

Acerca de este último punto, basta con precisar que<br />

durante el período de 41 años que discurre desde<br />

la firma de la Convención Domínico-Americana<br />

de 1907 hasta el saldo de la deuda externa de la<br />

República Dominicana en 1947, el 88% <strong>del</strong> valor<br />

de las exportaciones fue generado por cuatro productos<br />

agrícolas: café, cacao, azúcar y tabaco. Lo<br />

anterior confiere una idea bastante precisa acerca<br />

de cuál fue la fuente de donde se proveyeron los<br />

recursos económicos que viabilizaron la liberación<br />

<strong>del</strong> yugo financiero impuesto por los norteamericanos<br />

sobre la República Dominicana.<br />

¿No querrá esto decir, en términos concretos,<br />

que las verdaderas “joyas nacionales” fueron estos<br />

cuatro productos agrícolas y que los genuinos<br />

“Padres de la Independencia Financiera de la República<br />

Dominicana” fueron los productores y los<br />

exportadores de café, cacao, azúcar y tabaco, todos<br />

actores de un complicado mundo rural al cual<br />

se le privaba de una parte importante de la riqueza<br />

que generaban para destinarla a la obtención de<br />

la autodeterminación económica <strong>del</strong> país? Saque<br />

usted sus propias conclusiones, amigo lector.<br />

Edición Especial<br />

FORO CAFETERO •<br />

73

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!