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Murcia, Francisco Salzillo y la Cofradía de Jesús J. C. Agüera Ros
Documento que refleja las indulgencias concedidas por rezar delante del
Cristo de talla (IV)
La superficie de la madera de la cruz tiene policromía
marrón, ya que imita la textura del tronco de árbol, con su
corteza rugosa, de aspecto algo escamoso, y tiene puntualmente
zonas más claras, que corresponden a lo que debieron
ser las supuestas ramas cortadas alrededor del tronco
principal que hace de cruz. Los tres extremos exentos de la
misma se encuentran rematados por unos adornos circulares,
moldurados y esféricos de acabado dorado, aunque puede
que sea plata corlada. El montículo compacto y leñoso que
hace de peana presenta aspecto rocoso, con policromía en
tonos marrones. Destaca el fino y sutil acabado de la pequeña
calavera, color ocre, que apoya caída y girada a un lado sobre
el montículo a los pies del Cristo.
Se tiene constancia de que Salzillo realizó una numerosa
producción de Crucificados de todos los tamaños, y por las
múltiples piezas existentes, se sabe que la demanda de este
tipo de obras en esa época debió ser muy abundante, por lo
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que es normal que en el taller de Salzillo se sirvieran de iconografías
próximas y utilizaran modelos de referencia similares.
En la exposición mencionada y en su catálogo se han
podido contemplar de manera conjunta un buen número de
ellos de todos los tamaños. Aunque algunos se aproximan
más que otros a la pieza que se presenta en este artículo,
por proximidad estilística tenemos en primer lugar el Crucificado
de la S. I. Catedral de Murcia (V) , denominado Cristo
de la Agonía y también llamado del Facistol 12 . A esta pieza le
unen multitud de detalles, como el gesto del rostro, el paño
de pureza, características anatómicas, etc., aunque destaca
la mayor estilización del madrileño y la incorporación de la
corona de espinas, que el de la Catedral no tiene. Uno que
también presenta cierta semejanza es el Crucificado de altar
de la parroquia mayor de Santiago Apóstol en Jumilla, siendo
este último algo más robusto. Otras similitudes encontramos
en el Crucificado de las religiosas justinianas de Madre de
Dios. Otro, como el Crucificado del Santo Real Hospital de
la Caridad de Cartagena, gira el sentido de la cabeza; el pelo
también se presenta diferente. También distinto, en cuanto
al giro del rostro, es el Crucificado de San Eloy de la iglesia
parroquial de San Bartolomé en Murcia. Sin embargo, uno que
destaca por ser algo más diferente es el Cristo del Perdón de
la iglesia parroquial de San Antolín de Murcia, ya que es un
Cristo muerto, de ojos cerrados y con la cabeza caída.
No es difícil encontrar otras similitudes con otros muchísimos
Cristos de “celebración” de pequeño tamaño y similares
características: Cristo vivo con ojos abiertos, cabeza girada
hacia lo alto, cabello colgando a un lado, pierna derecha adelantada,
paños de pureza recogidos al centro y el extremo
ondeante al viento.
Por todo lo expuesto parece confirmarse de manera clara
la conocida adscripción de esta obra a Francisco Salzillo y su
círculo inmediato.
Las tallas de los doce apóstoles (VI a XVII) son un magnífico
conjunto de esculturas que fue estudiado por el profesor
Agüera Ros en torno al año 2001 y cuyo trabajo ahora se
transcribe 13 .
12 Este Crucifijo al parecer perteneció a la Inquisición. En ella, Salzillo fue
inspector de pinturas y esculturas religiosas del distrito de Murcia.
13 El profesor José Carlos Agüera Ros realizó el estudio “Tallas de los doce
apóstoles. Informe artístico y de autoría”, autoría” alrededor del año 2001, por encargo
del entonces propietario, don Javier Jiménez Jiménez, anticuario situado en
Madrid. Ese trabajo se recoge y expone a continuación en este texto, adaptando
ligeramente el estilo del informe al de un texto descriptivo.