09.05.2013 Views

No.5, septiembre-octubre 2008 - Convivencia

No.5, septiembre-octubre 2008 - Convivencia

No.5, septiembre-octubre 2008 - Convivencia

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Varona fue un opositor radical de la violencia. Sin<br />

embargo, el estudio de los hechos lo condujeron al<br />

independentismo. En Cuba contra España1 , escribió:<br />

“La guerra es una triste necesidad. Pero cuando un<br />

pueblo ha agotado todos los medios humanos de<br />

persuasión para recabar de un opresor injusto el<br />

remedio de sus males; si apela en último extremo a la<br />

fuerza con el fin de repeler la agresión permanente…<br />

ese pueblo hace uso del legítimo derecho de defensa,<br />

y se encuentra justificado ante su conciencia y ante<br />

el tribunal de las naciones”. Culminada la guerra, ya en<br />

la república, planteaba que: “la vida civil ofrece mucho<br />

más campo a la abnegación; sólo que el resorte es<br />

siempre la humanidad, y en la guerra lo es la ambición<br />

de un príncipe o el triunfo de un sistema”. En su<br />

conferencia El imperialismo yankee en Cuba reiteró<br />

que su paliativo consistía en: “pedir al cubano que se<br />

resista a todo consejo o sugestión de violencia; la<br />

cual se volverá inmediatamente contra nosotros<br />

mismos”<br />

Varona consideraba que el cambio social debería<br />

realizarse mediante las reformas y la participación<br />

ciudadana. A los graduados de 1927 les decía: “Pero<br />

no se conformen ustedes con los cambios políticos,<br />

si a éstos no sigue, para completarlos y afianzarlos,<br />

un cambio de orientación social”. En Con el eslabón<br />

expresó: “Toda revolución política se esteriliza, como<br />

no abra el camino a una revolución social”. A forma<br />

de epílogo en agosto de 1930, en Mis consejos, dijo:<br />

“La república ha entrado en crisis, porque gran número<br />

de ciudadanos han creído que podían desentenderse<br />

José de la Luz y Caballero, discípulo de Varela y uno de los<br />

más grandes educadores cubanos.<br />

de los asuntos públicos. Este egoísmo cuesta muy<br />

caro. Tan caro, que hemos podido perderlo todo”.<br />

En economía consideraba que “las necesidades<br />

económicas y las actividades que estas ponen en<br />

juego, si bien no constituyen el único motor de los<br />

fenómenos sociales, sí están en la base de los más<br />

aparentes y decisivos”. Tanto en la colonia como en<br />

la República, propugnaba un desarrollo independiente.<br />

Desde esa óptica se ocupó de los problemas de<br />

nuestra economía y asumió la defensa del capital<br />

nacional, que constituyó su principal posición<br />

ideológica. Su credo era que el pueblo cubano solo<br />

requería “de libertad e independencia para ser un factor<br />

de prosperidad y progreso en el concierto de las<br />

naciones civilizadas”.<br />

En la colonia aconsejaba promover la pequeña<br />

propiedad y fomentar una clase media nacional. En<br />

este sentido prestaba gran atención a los criterios de<br />

Francisco de Frías, Conde de Pozos Dulces, quien<br />

planteaba que: “Cuba debiera ser por excelencia la<br />

patria de la pequeña propiedad y de los cultivos en<br />

escala menor”. En correspondencia con esa posición<br />

llamaba a constituir la pequeña propiedad agrícola,<br />

entorpecida por el asalto de los grupos financieros<br />

norteamericanos a inicios del siglo XX.<br />

En el Imperialismo a la luz de la sociología2 Varona<br />

empleó por vez primera en Cuba, el concepto de<br />

imperialismo con rigor científico: “Lo que llamamos<br />

hoy el imperialismo –decía– es un fenómeno muy<br />

antiguo al que se ha dado un nombre nuevo; porque<br />

debemos entender… por imperialismo, la forma de<br />

crecimiento o integración de un grupo humano cuando<br />

llega expresamente a tener la forma de dominación<br />

política, sobre otros grupos diversos, de distinto origen,<br />

próximos o distantes del núcleo principal” y agregaba:<br />

“Ningún pueblo más interesado que el nuestro en este<br />

estudio, porque nosotros nos encontramos<br />

precisamente con haber servido para la primera<br />

demostración, la más concluyente, al menos, de la<br />

forma que ha tomado la expansión americana en el<br />

cerebro de sus estadistas actuales”. Para él “la<br />

inestabilidad que atravesaba Cuba desde un siglo atrás<br />

se basaba en su estructura económica: al principio,<br />

los cubanos tenían la tierra y, por tanto, la riqueza<br />

agrícola, pero no el poder político; con la Guerra<br />

Grande, el cubano perdió esa supremacía económica<br />

y no adquirió el poder político; con la Guerra del 95<br />

obtuvo ese poder, pero no pudo recuperar su potencia<br />

económica...”.<br />

Pedro Pablo Rodríguez, en La ideología económica<br />

de Enrique José Varona, plantea que este no atrapó lo<br />

novedoso de la fase del modo de producción<br />

capitalista, señalado por Lenin 11 años después. En<br />

esta afirmación Pedro Pablo pierde de vista que<br />

Varona, desde el positivismo, estudió de forma<br />

concreta el peligro que representaba el imperialismo<br />

para la Isla y arribó a una conclusión vital: la necesidad<br />

de defender la pequeña y mediana propiedad en<br />

manos cubanas; mientras que Lenin, desde el<br />

materialismo dialéctico, trasladó el estudio del capital<br />

premonopolista a la etapa del monopolio. Tampoco<br />

se sostiene el planteamiento de Pedro Pablo acerca<br />

<strong>Convivencia</strong>. Año I. No 5 I 59

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!