La%20larga%20huida%20del%20infierno%20Marilyn%20Manson
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Castigando al Gusano<br />
Una vez que Tina abrió las compuertas, entré en un desenfreno. No en un desenfreno de tener sexo, sino<br />
de intentar tener sexo.<br />
Cuarto círculo: Los Derrochadores<br />
Después de meses de rechazo y masturbación, conocí a una porrista rubia llamada Louise cuando estaba<br />
ebrio de Colt 45 durante un juego de foot ball preparatoriano en una comunidad campesina fuera de<br />
Canton llamada Louisville. Aunque yo no lo sabía en ese momento, ella era la Tina Potts de Louisville: la<br />
puta local. Ella tenía labios gruesos, nariz chata y grandes y ardientes ojos, como si fuera mitad mulata y<br />
mitad Susana Hoffs de The Bangles. También tenía cierto parecido con Shirley Temple, porque era bajita y<br />
de pelo rizado, pero parecía interesarle más el sexo que el baile. Ella fue la primera chica en darme sexo<br />
oral. Pero desafortunadamente eso no fue lo único que me dio.<br />
Casi todos los días pasaba a recogerla y la traía a mi habitación cuando mis padres aún estaban en el<br />
trabajo. Escuchábamos Moving Pictures de Rush o Scary Monsters de David Bowie y, ahora que tenía más<br />
experiencia en controlar el orgasmo, teníamos sexo normal adolescente. Me hizo tantos chupetones que<br />
en cierto momento mi cuello estaba demasiado adolorido hasta para moverlo. Pero no me importaba,<br />
porque podía mostrarlos como medallas de honor en la escuela. También me daba sexo oral, lo cual me<br />
daba más derecho a fanfarronear. Un día me trajo una corbata de moño color azul brilloso que se veía<br />
como algo que usaría un bailarín de Chippendale. Creo que quería que intentáramos interpretar<br />
personajes, pero lo más parecido que había hecho era jugar Dungeons & Dragons.<br />
Después de una semana de tener sexo, Louise dejó de regresar mis llamadas. Me preocupaba que la<br />
hubiera embarazado, por que no había usado condón todas las veces. Me imaginaba a su madre<br />
enviándola lejos a un convento y dando a su/nuestro hijo en adopción. O tal vez Louise iba a hacerme<br />
pagar los gastos de su hijo por el resto de mi vida. También estaba la posibilidad se que se hubiera<br />
practicado un aborto, que algo hubiera salido mal, que hubiera muerto, y ahora sus padres intentaran<br />
asesinarme. Después de no haber oído de ella en varias semanas, decidí llamarla una vez más,<br />
disfrazando mi voz con un trapo sobre el teléfono en caso de que sus padres contestaran.<br />
Afortunadamente, ella contestó.<br />
“Siento no haberte llamado en tanto tiempo,” se disculpo. “Estaba enferma.”<br />
“¿Enferma de qué?,” pregunte lleno de pánico. “No tienes fiebre, ¿verdad? ¿Vomitas en la mañana o algo<br />
por el estilo?”<br />
Resultó que simplemente me estaba evitando porque era una cualquiera y el tener un novio arruinaría su<br />
reputación. Esas no fueron exactamente sus palabras, pero eso fue básicamente lo que quiso decir.<br />
Unos días después durante la clase de matemáticas, comencé a tener comezón en los testículos. Continuó<br />
todo el día, extendiéndose por todo mi vello púbico. Cuando regresé a casa fui directamente al baño, me<br />
bajé los pantalones y me subí al lavabo para poder examinarme. Al instante noté tres o cuatro costras<br />
negras directamente sobre mi pene. Arranque una, y mientras la estaba observando, le escurrió un poco<br />
de sangre.<br />
Todavía creía que era un pedazo de piel muerta, pero cuando la acerqué mas a la luz, noté que tenía<br />
piernas –y se estaban moviendo. Grité de impresión y de asco. Después la aplasté en el lavabo, pero no se<br />
destripó como pesé que pasaría. Crujió como un pequeño crustáceo. Sin saber que hacer, llamé a mi<br />
madre y le pregunté que era.<br />
“Oh, tienes piojos,” suspiró con naturalidad. ”Probablemente las pescaste de la cama bronceadora.”<br />
Aunque sea vergonzoso admitirlo, en ese entonces tomaba bronceados artificiales. Tenía una piel terrible –<br />
mi cara estaba literalmente hinchada por el acné- y el dermatólogo me dijo que había un nuevo tipo de<br />
cama bronceadora que secaría mi piel y ayudaría a mi vida social.